Deporte y Negocio

La huelga del fútbol femenino ya es una realidad tras no disputarse la novena jornada

  • El Espanyol-Granadilla Tenerife fue el primer encuentro en suspenderse
El grupo arbitral del Espanyol-Granadilla abandona la Ciudad Deportiva Dani Jarque. Imagen: EFE

El artículo 28 de la Constitución española ampara a las futbolistas de la Primera División española en el paro, masivo, que abordaron este fin de semana. Las jugadoras de los 16 equipos abrazaron su derecho a la huelga y, en consecuencia, el balón no rodó en ninguno de los ocho campos donde debía desarrollarse la novena jornada.

No hubo fútbol femenino en la Ciudad Deportiva Dani Jarque de Barcelona. Ni en Buñol. Ni en Lezama. Ni en Zubieta. Tampoco en Paterna, Sevilla, San Sebastián de Los Reyes o Abegondo. Entre las 13.00 horas del sábado, cuando debía comenzar el primer partido, y las 17.50 del domingo, cuando debían finalizar los dos últimos, la Primera división estuvo parada.

Esta primera huelga de las futbolistas en España recrudece su lucha por un convenio colectivo que regule su situación laboral. Después de 13 meses contemplando cómo las conversaciones entre los clubes y los sindicatos se iban encallando, su salida fue una convocatoria de paro indefinido para quebrar el actual inmovilismo en la mesa de negociación.

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), sindicato mayoritario frente a UGT y Futbolistas ON -los otros agentes sociales-, resume la defensa de los derechos laborales de las jugadoras en 19 puntos, que recorren desde la vigencia y la ultractividad hasta un plan de empleo pensado para su recolocación una vez finalizada su carrera deportiva.

Los otros aspectos que las futbolistas desean ver garantizados mediante la firma de un convenio colectivo son el salario mínimo, de 16.000 euros brutos anuales para una jornada completa; las vacaciones, de 30 días naturales; la parcialidad, del 75 por ciento en relación al efecto que tiene en las cotizaciones; el plus de antigüedad, por cada dos años de permanencia en el mismo club; la inclusión de un protocolo de embarazo, maternidad y lactancia; el complemento salarial por incapacidad temporal, del 100 por cien durante todo el periodo de baja; o la cobertura, en caso de muerte o incapacidad permanente.

"Reivindicamos aquello que creemos que nos merecemos; unos derechos y unas condiciones por las que muchas otras futbolistas también lucharon años atrás y que hoy nos permiten disfrutar de un mejor contexto. Sin embargo, no es suficiente y debemos seguir construyendo y defendiendo el fútbol femenino español; si no lo hiciésemos, estaríamos siendo injustas con las futbolistas del pasado, del presente y del futuro", convino Gemma Gili, jugadora del Levante.

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