
Los dos grandes equipos madrileños de fútbol, Real Madrid y Atlético, se fijaron en el Oporto este verano para reforzar su defensa. Así llegaron Éder Militao y Felipe en dos transacciones que, sin embargo, no fueron tan rentables como se pensaba para el equipo portugués analizando sus cuentas anuales.
En el escrito presentado por el equipo luso en la Comissao do Mercado de Valores Mobiliarios (puede consultarlo aquí), aparecen las ventas de los derechos federativos de Militao y Felipe por 50 y 20 millones de euros, respectivamente. Pero, en el desglose, 31 millones de euros se van de las arcas del Oporto en diferentes conceptos como pagos en comisiones, intermediarios, a otros clubes y mecanismos de solidaridad y formación estipulados por la FIFA.
En el caso de Militao, el Oporto se lleva solo 28,5 de los 50 millones de euros. Los otros 21,5 se van para una consultora (BM Consulting), otra empresa asesora (Bertolucci Evaluationoria e Propaganda Esportiva) o el Sao Paulo (que tenía el 10% de sus derechos), más otros gastos de la operación.
Por lo que respecta a Felipe, el Oporto se llevó 10,3 millones de euros. El resto, 9,7 millones, fueron a parar a la intermediaria Yes Sports, a los mecanismos de solidaridad y formación que establece la UEFA y los gastos derivados del fichaje.
La posibilidad de acceder a estos detalles se debe a que el Oporto, al cotizar en bolsa, ha de publicar todos estos datos. Así se pueden conocer detalles que, por lo general, son confidenciales en el resto de fichajes de equipos españoles.
De hecho, lo ocurrido con Militao y Felipe es sintomático con el resto de ventas por parte del Oporto en el ejercicio 18/19: de los 61,7 millones que provocaron las salidas de Ricardo Pereira (al Leicester), Diego Dalot (al Manchester United), Willy Boly (al Wolverhampton Wolves) y Bruno Martins Indi (al Stoke City), el Oporto solo se quedó con 44,6 millones.