
Desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en EEUU, los defensores del bitcoin han aumentado su campaña para convencer al republicano para que lo apueste todo a las 'criptos'. Y el pasado y futuro presidente no para de dar señales de que está interesado por estos activos: desde lanzar su propia criptomoneda a designar a un 'criptofan' como próximo presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU. Pero los riesgos de las criptomonedas siguen siendo igual de reales, y la agencia financiera Bloomberg ha lanzado hoy su mayor alegato contra la gigantesca apuesta que está planeando el entorno más 'criptobro' de Trump.
La clave está en la posible 'Reserva estratégica de bitcoin' que ha propuesto la senadora republicana Cynthia Lummis. Su plan supondría usar el 'tesoro oculto' de la Fed, los más de 650.000 millones de dólares en oro que 'esconde' en su balance, para comprar un millón de bitcoins, convirtiéndose así en el mayor tenedor de esta criptomoneda del mundo. Esa reserva se guardaría durante 20 años, y podría ir vendiéndose solo para pagar la deuda pública de EEUU con los beneficios que generase.
Pero Bloomberg ha dado una voz de alerta en un editorial publicado este lunes, avisando de las consecuencias negativas que podría tener. La principal es que esta reserva estratégica no tendría ningún fin, más allá del puramente especulativo. Al contrario que las acciones, las hipotecas o los bonos de deuda, el bitcoin no genera ningún interés ni dividendo, ni puede usarse para regular el mercado financiero y promover el empleo. Al contrario que el petróleo, la madera o el uranio, no tiene un uso energético ni industrial que justifique su acumulación para emergencias. Y, al contrario que la leche, el trigo o las medicinas, el bitcoin no puede usarse para mantener vivos a los ciudadanos.
Así, explica el medio financiero, "es un activo puramente especulativo, completamente desconectado de la economía real, y su valor depende únicamente de lo que un 'tonto más grande' esté dispuesto a pagar por él". Y, según advierte Bloomberg, esta reserva supondría convertir al Gobierno de EEUU en el "mayor tonto de todos": la compra supondría, en la práctica, un rescate masivo de los inversores en bitcoins, asegurándoles la posibilidad de vender y conseguir dólares contantes y sonantes pagados por los contribuyentes. A cambio, el Gobierno de EEUU se quedaría con unos tokens sin ninguna utilidad ni rentabilidad, y con la obligación de guardarlos en un cajón durante 20 años criando polvo hasta que, llegado el día, tendría que ponerse a buscar a alguien al que encasquetarle esos bitcoins, con el riesgo de que nadie esté dispuesto a pagar por ellos tanto como ha pagado él ahora.
No solo eso, sino que, dado que solo un pequeño porcentaje de todos los bitcoins creados hasta la fecha está realmente en el mercado, el anuncio de la compra forzada de una gran cantidad de esos bitcoins dispararía su precio, creando una oleada especulativa aún mayor. Ese coste extra tendría que pagarlo el Tesoro "incrementando aún más la deuda pública de la nación y sus intereses, u obligando a la Fed a imprimir dinero, aumentando la inflación y debilitando al dólar".
Pero los riesgos no acaban ahí. El respaldo del Gobierno de EEUU, y la oferta de una compra garantizada a los que quieran venderlos, podría impulsar a las instituciones financieras a comprar bitcoins para aprovecharse. Y si esas instituciones acabaran aceptando criptomonedas como garantías de préstamos para invertir en estos activos, el riesgo es que un hundimiento del valor del bitcoin provocara otra crisis financiera al estilo de 2008. En ese caso, advierte Bloomberg, el Gobierno de EEUU podría verse obligado a rescatar a los bancos que se encontraran con un agujero de miles de millones en bitcoins 'evaporados', con el problema de que el propio Gobierno sería una de las víctimas: el Tesoro podría perder de golpe cientos de miles de millones.
Todo eso se resume en una enorme "ironía", explica Bloomberg. "Bitcoin era esencialmente un proyecto anarquista que permitía a las personas realizar transacciones sin depender de intermediarios o gobiernos. Ahora, los intermediarios que dominan el mercado están presionando al Gobierno para que les conceda lo que equivale a un enorme subsidio". En su opinión, "si Trump quiere reabrir el casino de criptomonedas, que así sea. Pero lo que sucede en las criptomonedas debería quedarse en las criptomonedas. Poner el dinero de los contribuyentes sobre la mesa podría poner en riesgo a millones de estadounidenses".