
Instalar un ascensor en un edificio antiguo siempre es una decisión tan importante como polémica para la comunidad de vecinos. Instalar un elevador facilita la vida de los vecinos -más cuanto más alto sea el piso- e incrementa el valor de cada vivienda. Pero supone un importante desembolso para la comunidad y es una fuente de conflicto entre los vecinos de los pisos más altos y los más bajos.
Esta situación, claro, no es exclusiva de España. En Pekín, una ciudad que ha registrado un crecimiento exponencial, son muchos los edificios antiguos que ahora están instalando ascensores. Para sortear los conflictos entre los residentes por la financiación de su construcción, han desarrollado un proyecto piloto por el que se cobra a los vecinos por cada viaje que hacen en ascensor.
"Los residentes no necesitan pagar por la construcción y el mantenimiento; pagan solo según sus necesidades", explica Zheng Hongan, diseñador de la empresa de ascensores, en declaraciones al diario chino The Beijing News.
El coste de cada viajes es de 0,2 yuanes (aproximadamente 2,5 céntimos de euro) y se paga con una tarjeta recargable. De esta forma, una familia integrada por tres personas gastará al mes entre 60 y 100 yuanes (entre 7,6 y 12,7 euros), según calcula la empresa instaladora.
Proyecto piloto
Este proyecto piloto se ha estrenado en un edificio en el distrito de Daxing, un barrio que cuenta con más de 2.200 edificios construidos antes del año 2006 y que no tienen ascensores. Durante este curso está previsto que otros diez edificios del distrito instalen ascensores siguiendo este método de financiación.
No es el primer intento que han hecho en Pekín para financiar este tipo de construcciones. El año pasado, en el distrito de Haidian, se les cobró a los residentes una tarifa mensual por usar los ascensores.
Otro sistema que la compañía está barajando para financiar este tipo de obras es la de la colocación de anuncios publicitarios en el ascensor.