Aqualia, la joya de la corona de FCC, se prepara para dar el salto a Estados Unidos, un país que requiere importantes inversiones en materia de agua, y prevé reforzarse en otros mercados como México. La firma, en paralelo, planea agregar nuevas líneas de negocio para potenciar su crecimiento internacional, como la prestación de servicios de consultoría de gestión del agua y servicios para industrias especializadas como el petróleo y el gas, alimentación y productos farmacéuticos.
Aqualia, focalizada en la construcción de plantas de tratamiento de aguas, desaladoras y su mantenimiento, alcanzó en 2016 unos ingresos de 1.009,8 millones de euros (un 2,3% menos que en 2015), lo que representa casi el 17% de la facturación total de FCC, que en el último ejercicio sumó 5.951,6 millones (-8,1%). Del total, España generó ventas por 764,8 millones, lo que implica el 75,7% del total. La aportación de la filial de agua al resultado bruto de explotación (ebitda) del grupo se eleva hasta el 27,8%, con 231,4 millones.
Como parte de su estrategia, Aqualia pretende seguir ampliando su presencia fuera de España, aprovechando las plataformas existentes y buscando selectivamente oportunidades en los mercados internacionales donde se licitan concesiones BOT (Construcción-Operación-Traspaso). En la actualidad, la empresa cuenta con contratos en curso en Portugal, Italia, República Checa, Serbia, Bosnia, Montenegro, Kosovo, Polonia, Argelia, Túnez, Egipto, Arabia Saudí, Abu Dhabi, Qatar, México, Colombia, Uruguay y Chile.
En su expansión internacional, Aqualia buscará ampliar su presencia en América Latina, Oriente Medio y África del Norte. A este respecto, trabajará para forjar nuevas asociaciones público-privadas en los países en desarrollo encaminadas a mejorar los sistemas de agua potable y residuales. En la última junta de accionistas de FCC, su consejero delegado, Carlos Jarque, dibujó un escenario prometedor para la actividad de Aqualia, en un contexto en el que "la desigualdad en el mundo se está agravando" y esto "obliga" a implementar servicios de agua potable o saneamiento.
Al mismo tiempo, Aqualia pretende profundizar su presencia en el mercado europeo aprovechando nuevas oportunidades en las concesiones municipales de agua. De igual modo, tiene en el punto de mira su desembarco definitivo en Estados Unidos. En el mercado estadounidense, como sucede en España, existen actualmente problemas de infraestructuras, periodos de sequía y gobiernos locales con falta de financiación para hacer frente a los desafíos ambientales, según recoge la compañía en el folleto de las dos emisiones de bonos por 1.350 millones que lanzó hace unas semanas para refinanciar la deuda de FCC.
La estrategia de Aqualia pasa por el desarrollo de nuevos proyectos con soluciones tecnológicas que agreguen valor y proporcionen una ventaja competitiva para los sistemas de desalación, industrial y de reutilización, especialmente en Estados Unidos, México y Oriente Medio y Norte de África.
Finalmente, aunque la filial de agua de FCC priorizará el crecimiento orgánico frente a las adquisiciones, contempla aprovechar nuevas oportunidades en los mercados emergentes donde ya está presente y en algunos países donde ya existe una industria consolidada del agua.