
Rusia ha salido del radar de las constructoras españolas como consecuencia de los riesgos geopolíticos y las dificultades de financiación. Si hace dos años compañías como Sacyr, OHL y FCC miraron con interés los planes de inversiones en infraestructuras del país soviético, ahora se trata de un mercado en el que no tienen intención de participar en los concursos que pueda tener en marcha. Es más, en el caso del grupo que preside Manuel Manrique, incluso ha renunciado a un macrocontrato para construir y operar una autopista valorado en unos 6.800 millones de euros (1.300 millones corresponden a la construcción).
Sacyr había resultado adjudicataria junto con el contratista ruso DSK Avtoban para la construcción y operación de la Central Ring Road de Moscú, una carretera de 541 kilómetros de longitud. Sin embargo, el grupo español ejerció una cláusula que le permitía salirse del proyecto antes de su firma definitiva. Una decisión sustentada en los riesgos ligados a los costes de financiación, de construcción y del cambio de moneda y que ha impedido a la constructora estrenarse en el mercado ruso.
El impacto que han tenido en las cuentas de las constructoras proyectos fallidos en los últimos años ha provocado que los análisis a la hora de acudir a un concurso se hayan extremado, máxime en países inestables políticamente, como ocurre con Rusia. No en vano, en el país soviético OHL rescindió el proyecto ferroviario Ural Polar en 2015, cuatro años después de su adjudicación, después de que Moscú no aportara la financiación necesaria para el contrato, valorado en 1.442,3 millones.
El proyecto preveía conectar Rusia con República Checa y era el mayor logrado por el grupo de la familia Villar Mir en el país -a través de su filial checa OHL ZS-. La compañía también ganó la construcción de un hotel en la ciudad siberiana de Novosibirsk.
FCC, por su parte, igualmente ha tenido presencia en Rusia, donde entró en 2009 a través de la que por aquel entonces era su filial, la austríaca Alpine, con el proyecto de construcción de una autopista entre Moscú y Minsk (Bielorrusia) presupuestada en 550 millones.
Otros mercados
Las tres constructoras españolas se interesaron por los proyectos de infraestructuras, fundamentalmente de carreteras, que el Gobierno ruso puso en marcha para reforzar las conexiones. Sin embargo, la situación, con los problemas políticos, la crisis económica, la devaluación del rublo y la inseguridad jurídica, ha cambiado, como lo demuestra la decisión de Sacyr, que en Europa centra sus esfuerzos en otros mercados como Italia. OHL se focaliza en República Checa, Irlanda y los países escandinavos (Suecia, Noruega y Dinamarca), mientras que FCC tiene en Reino Unido su principal apuesta.