España tiene aproximadamente 430.763 viviendas nuevas (terminadas o en construcción) pendientes de vender, según RR de Acuña. Si se mantiene el ritmo de venta de los diez primeros meses de 2016 (unas 6.500 transacciones de pisos nuevos al mes), el excedente tardaría en agotarse algo más de cinco años y medio. No obstante, hay una gran diferencia entre unas y otras provincias: Cuenca tardaría más de 53 años mientras Málaga agotaría su stock en poco más de un año.
En buena parte de Castilla-La Mancha y Extremadura se unen dos factores para la acumulación de vivienda nueva sin vender: un volumen importante de stock y unas ventas de pisos muy bajas. Cuenca, la provincia a la que más le costará desprenderse de su excedente si sigue el ritmo de ventas de 2016, tiene 4.169 pisos nuevos sin vender y una demanda bajísima: entre enero y octubre de 2016, apenas se cerraron 65 transacciones de pisos nuevos, es decir, se venden poco más de cinco viviendas al mes.
En una situación parecida, aunque con menos tiempo para vender su stock están Teruel (33 años y medio para vender su excedente de vivienda nueva), Melilla (26 años), Ciudad Real (22 años) y Toledo (20 años y medio para deshacerse de su stock).
Baja demanda de vivienda nueva
Por encima de la década también están Cáceres, Castellón, Ávila, Sevilla, Badajoz, Segovia, Salamanca, Huesca, Murcia y Jaén. Casi todas ellas, con excepción de Castellón, son provincias del interior, donde la demanda de vivienda nueva sigue siendo baja, debido en parte a que no hay tantos extranjeros interesados como en la costa. Por ejemplo, en Zamora apenas hubo 74 compraventas de viviendas nuevas entre enero y octubre de 2016, por lo que las más de mil viviendas en stock tardarán mucho en ser absorbidas por la baja demanda.
Sevilla es un caso peculiar ya que es la segunda provincia de España con más stock (24.916 viviendas, sólo por detrás de las 35.316 de Madrid), pero no tiene una alta demanda. Sus 1.315 viviendas nuevas vendidas en los diez primeros meses del año sitúan a la provincia al nivel de otras mucho menos pobladas como Asturias, a la que casi duplica en habitantes.
Lo contrario ocurre en buena parte de la costa. Por ejemplo, al ritmo de ventas de 2016 (más de 400 transacciones de pisos nuevos al mes), Málaga acabará con su stock de viviendas en 2018, ya que apenas hay 8.500 viviendas nuevas disponibles en toda la provincia.
Las islas y parte de la costa también parece que conseguirán deshacerse de su stock gracias a la alta de demanda de vivienda nueva. Por ejemplo, en Baleares se venden más de 250 pisos nuevos al mes, por lo que las 6.200 viviendas disponibles podrían tardar en venderse poco más de dos años. Si mantienen el ritmo de ventas de 2016, tardarían entre dos y tres años en deshacerse de su stock otras provincias como Huelva, Cádiz, Madrid y las dos provincias canarias.