Algunos datos muestran una cierta recuperación del mercado inmobiliario: los precios han dejado de caer y empiezan un tímido repunte, el sector vuelve a contratar y las hipotecas también salen del ostracismo de los últimos años, con una ligera relajación de las condiciones para conceder préstamos. Pero, ¿realmente se está iniciando una recuperación del ladrillo o es simplemente que se está normalizando?
Santiago Carbó y Francisco Rodríguez Fernández recogen en un estudio publicado en la revista de Funcas sus conclusiones sobre los principales datos del mercado inmobiliario. En él, recogen la opinión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que señaló en su último informe sobre España que "hay signos de que el sector inmobiliario podría haber experimentado un punto de inflexión", y también el enfriamiento de estas expectativas por parte del Banco de España, que en su boletín de julio, advierte de "una posible desaceleración" del dinamismo en la construcción. Así, concluyen que vivimos un escenario de "mejora pero moderada y algo discontinua".
En cuanto a los precios, los autores sostienen que los indicadores analizados no avalan una continuidad, sino más bien, un crecimiento a saltos, irregular. Así, más que una "franca estabilización", los autores aprecian una simple "estabilización".
Se venden menos pisos nuevos
Sobre las transacciones, en términos globales se aprecia una importante subida. Por ejemplo, en septiembre las compraventas de viviendas inscritas aumentaron un 13,8% respecto a septiembre de 2014, según el INE. Pero en estas cifras hay un matiz importante y es que la cifra de ventas de viviendas nuevas está en mínimos históricos por lo que apenas se estaría reduciendo el excedente de pisos sin vender existente en España.
Además, en ese mes, el último contabilizado, se traspasaron 30.711 viviendas, muy lejos del récord de 121.687 operaciones firmadas en enero de 2007, cuando el pinchazo de la burbuja inmobiliaria aún parecía muy lejano.
El crédito crece
También los créditos para vivienda muestran ciertos síntomas de recuperación, pero con poca decisión. Por ejemplo, los datos del flujo de nuevo crédito a vivienda del Banco de España muestran un alza del 71% entre julio de 2014 y julio de 2015. Si embargo, este crecimiento queda relativizado si se atiende a que estamos hablando de cifras cuatro veces más bajas que las de los años 2005 y 2006.

Lo mismo ocurre con las hipotecas: las cifras muestran un crecimiento anual en torno al 20%, pero las 21.000 firmas de junio son cinco veces menos que las de 2005 y 2006, cuando se superaban las 100.000 hipotecas al mes de forma habitual. Además, el ratio viviendas hipotecadas/viviendas vendidas ha pasado de la unidad (es decir, que todas las compras se hacían a crédito) a un ratio de 0,34 en junio de 2015, lo que significa que dos de cada tres operaciones se hacen en efectivo.
Efecto en empleo y PIB
En cuanto a su aportación al PIB y al empleo, aunque se aprecia una cierta recuperación, lo cierto es que, aunque los datos de 2015 son positivos, están muy lejos de los años precrisis.

Lo mismo ocurre con los visados de viviendas. En agosto, registraron una subida del 28% respecto al año anterior, pero frente a los 2.000 visados que se hacen ahora al mes, en 2005 y 2006 se superaron los 20.000 en varias ocasiones. Incluso, en septiembre de 2006, se superaron los 27.000 permisos de construcción de vivienda.