Las acciones de Realia subieron un 3,65 por ciento durante la jornada de ayer tras el anuncio de la contraopa de Carlos Slim, que está dispuesto a pagar 186,87 millones de euros por la inmobiliaria. Sin embargo, FCC, primer accionista de Realia insiste en matizar que su participación del 36,8 por ciento no está a la venta. Así lo repitió ayer Juan Béjar, consejero delegado de la constructora, que definió al grupo como "sujeto pasivo" en la carrera que han emprendido Slim y George Soros (a través de Hispania).
Es difícil que FCC se muestre totalmente indiferente frente a la guerra que han emprendido estos dos multimillonarios, ya que Slim es a su vez el principal accionista de la constructora, con el 25,63 por ciento del capital.
A través de una contraopa el mexicano ofrece 0,58 euros por acción, mientras que la socimi paga 0,49 euros por título, estos precios están un 22,4 y un 44,89 por ciento por debajo de la cotización de Realia, que cerró ayer a 0,71 euros.
De momento Slim ya ha logrado un acuerdo con Bankia para comprarle el 24,9 por ciento de la inmobiliaria al mismo precio de la opa, por 44 millones de euros.
Según explicó ayer Slim a la CNMV, "la finalidad perseguida con la adquisición de Realia es adquirir el control de la misma y contribuir a la maximización de su valor". Este es su objetivo, y prácticamente ya lo ha cumplido, pues con la situación actual controlaría de forma directa e indirecta (a través de FCC) el 34,33 por ciento de Realia.
Si bien, a efectos prácticos este porcentaje se puede elevar hasta el 61,7 por ciento, si tenemos en cuenta toda la participación de FCC en la inmobiliaria. Sin embargo, el problema de Slim radica en que no puede negociar con los acreedores, que firmaron antes un pacto de exclusividad con Hispania.
Así, en la CNMV especifica que el contrato de financiación de Realia (de unos 791 millones de deuda) incluye una cláusula de cambio de control, por lo que si un tercero, que no sea Bankia o FCC, adquiere una participación superior al 30 por ciento del capital se podrá declarar el vencimiento de este contrato. Esto podría forzar a Slim a compartir Realia con su rival, George Soros.
