Construcción Inmobiliario

La crisis obliga a Sacyr a aportar el 21% de Testa como garantía del crédito suscrito para entrar en Repsol

La crisis bursátil del nuevo año ha forzado a Sacyr Vallehermoso, una de las compañías más endeudadas del país, a ofrecer nuevas garantías del crédito que suscribió en diciembre de 2006 para la compra del 20% de Repsol YPF. La constructora ha tenido que aportar el 21,22% del capital social de su filial patrimonialista Testa

Sacyr ha comunicado hoy al regulador del mercado (CNMV) que ha pignorado (entregar en prenda las acciones como garantía) un 21,22 por ciento del capital de Testa a favor del sindicato bancario que en su día financió parcialmente un préstamo de 5.175 millones de euros para la compra parcial de Repsol YPF. La constructora presentó como garantía del crédito los propios títulos de la petrolera adquiridos.

Fuertes descensos bursátiles

La pignoración se produce después de que la acción de Repsol (REP.MC) haya cotizado durante tres días seguidos por debajo de determinado nivel estipulado en el contrato de crédito, inicialmente fijado en 20,79 euros. Las participaciones de la petrolera han perdido en las últimas tres sesiones un 11,63 por ciento de su valor y un 20 por ciento en lo que va de año hasta 19,45 euros por título en un mercado convulso.

Sacyr, que en su día invirtió 6.500 millones de euros en la compra, acumula unas minusvalías sustanciales ya que, a precios del miércoles, el valor de su participación en la petroquímica es de 4.750 millones de euros. En una comunicación a la CNMV en el que detalla las condiciones del préstamo, la constructora no desvela si estas nuevas garantías supondrán costes adicionales.

Las acciones de Sacyr (SYV.MC) también llevan varios días fuertemente castigadas en parte por la perspectiva en torno a su participación en Repsol y el aumento de su perfil de riesgo. Desde que se inició el año, han perdido un 21 por ciento.

El grupo constructor, que tiene una deuda de unos 19.000 millones de euros, cerró la sesión de hoy con una capitalización bursátil de algo menos de 6.000 millones de euros. No obstante, la deuda asumida para comprar las acciones de Repsol es relativamente rentable ya que los fuertes dividendos que paga la energética cubren sobradamente los costes de financiación del crédito. Además, con cargo a 2007, la petroquímica en cuyo consejo participa Sacyr, ha prometido un crecimiento del 40 por ciento en el dividendo.

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