La financiación alternativa para el mercado inmobiliario en España gana presencia a pasos agigantados. Dentro de este segmento, el crowdfunding empieza a implantarse con fuerza en nuestro país y se convierte en una vía más de captar dinero para inmobiliarias y promotoras, mientras que al ahorrador le abre una nueva puerta para invertir en ladrillo, más allá de la bolsa y de la compra directa de inmuebles.
La startup StockCrowd es una de las responsables de que la financiación colectiva se esté consolidando entre las firmas inmobiliarias gracias al desarrollo de un software que permite a las compañías realizar campañas de crowfunding desde su propia página web, eliminando así a cualquier intermediario. "Se podría decir somos la descentralización del crowdfunding. Cualquier organización del mundo, a través de nuestro software en la nube y desde su propia página web, puede captar dinero para sus proyectos, sin pasar por una plataforma ni competir en un escaparate", explica Sergi Pallarès, CEO de StockCrowd.
La compañía nace a finales de 2015 y "el primer cliente lo conseguimos en octubre de 2016", apunta el directivo. En 2017 la startup facturó 70.000 euros de seis clientes, en 2018 ingresó 300.000 euros de 30 clientes y ha sido "en 2019 cuando hemos despegado de verdad, con una facturación de un millón de euros de más de 130 clientes", concreta Pallarès, que apunta que este ejercicio el objetivo pasa por duplicar estas cifras con "dos millones de ingresos y 300 clientes". "Trabajamos con un perfil de compañía media en cuanto a volumen de gestión de activos, pero ya se están empezando a acercar a nosotros inmobiliarias y promotoras realmente grandes", asegura el fundador de StockCrowd, que detalla que las primeras campañas de captación de fondos eran de una media 120.000 euros y ahora son ya de 400.000 euros. "Actualmente tenemos sobre la mesa proyectos de financiación de más de un millón de euros", destaca. A lo largo de todo el año pasado su software movió 5,7 millones de euros en el sector inmobiliario y su objetivo es alcanzar en 2020 los 17 millones.
Auge de este modelo
"En el sector financiero hay una clara concentración y el crédito es el que es. Lo que vemos es que hay ciertas compañías que han llegado al límite de crédito con la banca y necesitan buscar alternativas", apunta Pallarès. Además, en la parte del inversor, el atractivo de esta fórmula colaborativa se encuentra en los altos retornos que ofrece. De los 34 proyectos que están actualmente activos en su página web, la rentabilidad media estimada es del 9,7%, si bien hay desarrollos concretos que llegan a ofrecer más de un 18%.
"Nuestra herramienta al final le permite al promotor crear su propia base de datos de inversores, esa es la clave", destaca el directivo, que apunta que "el desembolso medio en inversión alternativa del sector está por debajo de los 3.000 euros, mientras que nuestro ticket medio es de 10.500 euros. Tenemos un modelo más sofisticado que el de una plataforma tradicional".
Para arrancar el proyecto, Pallarès, junto a su socio Javier Villacampa, levantaron un millón de euros. En 2018 abrieron otra ronda en la que captaron 3,5 millones y que dio entrada a capital asiático. Ahora la firma ha abierto otro proceso para levantar 3 millones, con los que crecer a nivel internacional.