
"En cinco años es la primera vez que estoy aquí". Así de contundente se manifestó este lunes en Valencia Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb, para valorar el fracasado acuerdo de la pasada legislatura para la cesión de las viviendas vacías del 'banco malo' a la Generalitat Valenciana -un convenio truncado que, esta legislatura sí, las partes están decididas a sacar adelante-.
En esta línea se pronunciaron el presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig; el vicepresidente segundo y titular de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau; y el propio Echegoyen tras una reunión entre la sociedad y la administración autonómica en el Palau de la Generalitat. El objetivo es el de siempre: que la región se incorpore al grupo de territorios españoles que ya cuentan con un convenio para destinar a vivienda social los activos en desuso de la Sareb.
En el caso de la Comunitat Valenciana se trata de un volumen significativo, de alrededor de 9.000 viviendas (además de edificios a mitad construir y solares) procedentes del lastre inmobiliario que arrastraban las maltrechas entidades financieras valencianas. Era una autonomía propicia para ser de las primeras en contar con un acuerdo con la Sareb, pero la antecesora de Dalmau en el cargo, la socialista María José Salvador, dijo 'no' a las condiciones del 'banco malo' el pasado mandato.
¿Y por qué esta vez 'sí'? Preguntado al respecto por elEconomista, Echegoyen indicó que ha acudido a Valencia al percibir una "clara voluntad de acuerdo", que además se produce tras un pacto inicial para la cesión de viviendas en la Vega Baja en respuesta a la situación de emergencia habitacional que provocó el temporal de hace unos meses.
El problema de los 'okupas'
Entre los motivos de aquel 'no' Salvador subrayaba que un buen número de las viviendas que cedía la Sareb no podían ser utilizadas para fines sociales a corto plazo al estar 'okupadas', una difícil circunstancia que sí parece dispuesto a gestionar Martínez Dalmau, cuya cartera es el único estandarte de Unides-Podem en el Govern del Botànic II.
"Nosotros no podemos hacer trato de favor a ningún territorio, tenemos que velar también por los intereses de la entidad y por su objetivo de devolver a los españoles la inversión realizada", indicó Echegoyen sobre la cuestión de los 'okupas' que impidió entonces el acuerdo. Para avanzar en este propósito Sareb y la Generalitat Valenciana han constituido una mesa de trabajo que tiene como propósito final alcanzar el ansiado pacto de cesión.
Según precisó Ximo Puig, sobre la mesa está tanto el mencionado parque de 9.000 viviendas con las que cuenta la Sareb como los edificios a mitad construir que tiene la sociedad. La intención de la Generalitat es analizar los inmuebles por localidades "dándole el mayor protagonismo posible a los ayuntamientos en función de sus necesidades".
Cabe recordad que el 'banco malo' ya tiene un acuerdo con Elche, negociaciones avanzadas con Castellón, Gandía, Torrent y Sagunto y contactos con la ciudad de Valencia.