La primera comparecencia del presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, ante el sector empresarial catalán transitó este jueves por una calle de sentido único.
El elemento central de su discurso en la sesión inaugural de la reunión anual del Círculo de Economía en Sitges volvió a ser la apelación al diálogo con todo el mundo -con el Gobierno central, con la oposición en Cataluña y con los empresarios- y llegó a instar a iniciar un "gran debate nacional de país".
Sin embargo, al terminar su discurso, se levantó y se fue sin aceptar preguntas de los empresarios. El presidente del Círculo, Juan José Brugera, comentó a la prensa que Torra había rechazado recibir preguntas, alegando que todavía no tiene formado su Gobierno. El president rompió así una tradición arraigada en Sitges, que históricamente ha servido como foro de intercambio de ideas entre el mundo económico y político.
En su discurso, Torra calificó como "interesantes" las propuestas hechas por el Círculo de Economía para resolver el conflicto político catalán, centradas en una mejora de la financiación autonómica y en una reforma del Estatut. En este sentido, pidió ayuda a los empresarios para lograr un diálogo con el Gobierno español.