La decisión del nuevo presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, de elegir como integrantes de su ejecutivo a dos exconsellers en prisión o otros dos en el extrajero ha tenido por respuesta un frente común de PP, PSOE y C's que supone el veto a los nombramientos del nuevo Govern mientras el Estado analiza "la viabilidad" de esta selección. Así, el Gobierno español no va a autorizar de momento el decreto de designación de los titulares de cada cartera de la Generalitat, y por tanto persistirá la intervención estatal de la administración catalana en virtud del artículo 155 de la Constitución.
Una vez más, el conflicto político prolonga la parálisis de acción de gobierno en Cataluña, que dura ya más de medio año y que parecía llegar a su fin con la elección de un presidente catalán después de cuatro intentos fallidos. Pero los planes de Torra anteponen el simbolismo secesionista al gobierno efectivo. Asimismo, una vez más la pugna entre la administración española y la autonómica se traslada al ámbito jurídico, con el debate de si es legal nombrar a consellers que no están en disposición de ejercer el cargo con normalidad y de si el Ejecutivo central tiene potestad para vetar las decisiones del presidente catalán.
El objetivo de Torra -siguiendo la hoja de ruta de Carles Puigdemont- de restituir al máximo posible de cargos del anterior Govern ya se encontró de inicio con el rechazo de ERC -formación defensora de un Govern efectivo- y de la mayoría de exconsellers. Y entre los que han aceptado, los dos huidos al extranjero, Lluís Puig (Cultura) y Antoni Comín (Salud), ya han afirmado que serían los primeros en dimitir si tras una semana al frente de su cartera ratifican que no pueden "cumplir" con sus obligaciones a distancia.
Los dos encarcelados -Jordi Turull y Josep Rull- insisten en que tienen sus derechos políticos intactos porque todavía no han sido juzgados en la causa del procés, y han solicitado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena su liberación para poder tomar posesión y ejercer de nuevo como consejeros. Sin embargo, el abogado de ambos, Jordi Pina, ha reconocido que no confían en que Llarena cambie de postura ahora respecto a la liberación de los encausados en prisión preventiva, y constata que sería "complejo" que Rull y Turull puedan ejercer desde la cárcel sus respectivas responsabilidades al frente de Territorio y Sostenibilidad y de Presidencia. De todas formas, ambos afirmaron ayer en las redes sociales que el Gobierno estaría cometiendo prevaricación si impide su nombramiento.
Llegados a este punto, está en duda que Torra pueda cumplir sus planes de que los nuevos consellers tomen posesión el miércoles. Desde JxCat, el PdeCAT y ERC se apresuraron ayer a cuestionar la legalidad del veto estatal. Desde Catalunya en Comú Podem -coalición de Podemos y comunes- también tildaron de "injustificable" mantener el 155 e insistieron en la urgencia de recuperar el autogobierno en Cataluña, si bien también reprochan a Torra -al igual que la CUP-el no haber propuesto una Generalitat paritaria, ya que solo cuenta con tres mujeres y diez hombres.
Quién es quién
La mayor responsabilidad en manos femeninas recae en Elsa Artadi (JxCat) como portavoz y consejera de Empresa y Conocimiento. Puigdemont la tuvo en cuenta como opción a liderar la Generalitat, pero Artadi no estaba dispuesta a ejercer el cargo si era provisional y sin poder para tomar sus propias decisiones. Le acompañarán en el nuevo Govern Ester Capella (ERC) al frente de Justicia, y Teresa Jordà (ERC) para Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
Entre los consellers masculinos, destaca el hasta ahora secretario de Economía de la Generalitat y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès. En la nueva Generalitat tomará el relevo de Oriol Junqueras como vicepresidente y conseller de Economía y Hacienda. Por otro lado, el antes socialista y recientemente incorporado a la militancia de ERC Ernest Maragall -hermano de Pasqual Maragall- ha sido elegido por Torra para pilotar Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia. También por parte de ERC, Josep Bargalló, que fue número dos de Pasqual Maragall en el primer tripartito, será conseller de Enseñanza.
El exalcalde de Premià de Mar Miquel Buch (PDeCAT) será conseller de Interior; Chakir El Homrani (militante de ERC y UGT) de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, y Jordi Puigneró de Políticas Digitales y Administración Pública -ya era el responsable de las telecomunicaciones de la Generalitat desde 2013 -.
Al frente de todos, Joaquim Torra, que se mantiene firme en su vasallaje a Puigdemont como presidente legítimo, con quien pretende mantener reuniones periódicas que pueden ser cada 15 días, según ha detallado este fin de semana. A Rajoy, le pide diálogo sin condiciones a la vez que impone la primera y fundamental en el conflicto, los planes de independencia, como reflejo de la mayoría secesionista del 21-D y "la expresión democrática del 1 de octubre".