
La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, rechaza ser presidenta catalana interina para Carles Puigdemont, porque sería un cargo con limitaciones de poder. Según han indicado a elEconomista fuentes cercanas, así se lo transmitió al expresident en el momento en que su nombre ganó fuerza, teniendo en cuenta que es una persona que se ha convertido en parte del círculo más cercano al político gerundense.
Conforme pasan los días, el secretismo que envuelve al denominado 'plan D' -un candidato libre de causas judiciales que tenga opciones reales de ser investido- se torna en dudas sobre si hay alguien dispuesto a ser hombre o mujer de paja para Puigdemont. La propia Artadi confirmaba hace unos días que la intención de JxCat es que, aunque se vote a un presidente independentista que no sea el exalcalde de Girona, Puigdemont pueda volver al cargo en cuanto le sea posible más adelante.
Ante la evidencia de esta estrategia, no es de extrañar que nadie con aspiraciones políticas de futuro quiera sacrificarse con una presidencia catalana interina y problemática, como marioneta a las órdenes de un Puigdemont en la sombra. Ello también fue criticado ayer desde el Gobierno y la oposición, que reprobaron esa operación ya que un presidente florero supone despreciar y desprestigiar la institución de la Generalitat.
En el sector soberanista, ERC considera que esta semana es "trascendental" para asegurar una investidura independentista antes de que expire el plazo el 22 de mayo, y no están por la labor de esperar hasta el día 14 para que Puigdemont escenifique su renuncia ante la imposibilidad inevitable de ser votado.
Los republicanos quieren negociar ya una alternativa que pase por un candidato a la investidura viable, y por ello exigieron ayer públicamente una reunión con JxCat para ponerse manos a la obra, según explicó en rueda de prensa la portavoz de ERC, Marta Vilalta. Temen que los procesos judiciales en marcha impidan una mayoría independentista suficiente para dar arranque por fin a una legislatura que mantenga la secesión en el horizonte y que lleva bloqueada desde las elecciones de diciembre.
Cada día cuenta en un escenario en el que el Gobierno español va a recurrir la reforma de la ley catalana de Presidencia que pretendía permitir una investidura a distancia. Además, la mayoría independentista necesita cada voto para poder investir a su candidato -cuando lo haya-, y los avances en las causas judiciales del procés en España y en el extranjero pueden hacer caer algunos votos delegados, tanto entre los huidos como entre los encarcelados, si son inhabilitados. Para añadir incertidumbre, los dos votos de Demòcrates -incluidos en el grupo de ERC- serán decididos por su militancia, a la que preguntarán si apoyan el 'plan D', y la CUP afirmó que si JxCat y ERC siguen la vía autonomista, ellos pasarán a la "oposición constructiva".
Balance del 155
El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, hizo balance de la aplicación hasta ahora del artículo 155 en Cataluña, y afirmó que ha servido para "reactivar" una Generalitat "absolutamente parada por el proceso soberanista". Como ejemplos, citó los 1.500 millones de euros pagados a proveedores de la administración pública o los 1.100 millones de transferencias hechas a los ayuntamientos catalanes, además del pago de subvenciones pendientes o la activación de convocatorias públicas de empleo.
El delegado también recordó los 5.830 millones del FLA aprobados por el Estado para mejorar la liquidez de la Generalitat.