
Roger Torrent abrió la caja de Pandora al proponer a Carles Puigdemont como candidato a ser investido presidente de la Generalitat. La respuesta del Gobierno ha sido recurrir ante el TC, retomando las discrepancias entre Moncloa y el 'Parlament'.
La semana arrancó con la llegada de Carles Puigdemont a Copenhague. El líder de JxCat visitó la capital danesa para asistir a una conferencia y todas las miradas se pusieron sobre el país nórdico ante la posibilidad de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivara la euroorden de detención contra el expresidente de
El viaje a la capital de Dinamarca fue solo el inicio de un intenso debate sobre la posible investidura Puigdemont. Tras ello, el nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, viajó a Bruselas para reunirse con el líder de JxCat antes de tomar una decisión sobre el candidato que iba a proponer para la sesión de investidura, que ha fijado para el 30 de enero.
Torrent, miembro de ERC, explicó que había trasladado al expresidente catalán la necesidad de que se forme el Govern de manera rápida, con lo que dejar atrás el artículo 155, mientras que el expresidente catalán continuó presionando para que su investidura se produzca con la mayor "normalidad", evidenciando discrepancias entre ERC y JxCat en sus posturas.
En cualquier caso, el nuevo presidente del Parlament propuso a Puigdemont como candidato para encabezar el nuevo Govern. Tras ello, consciente de la complejidad de la situación, Torrent pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una reunión para desbloquear la situación en Cataluña, la cual fue descartada por Moncloa aduciendo que las cuestiones judiciales no eran de su competencia.
La posición de Roger Torrent en sus primeros pasos al frente de la Cámara catalana ha supuesto la confrontación entre él y el Gobierno, que anunció que recurriría ante el Tribunal Constitucional la propuesta de investir a Puigdemont. El Ejecutivo de Rajoy solicitó antes un informe al Consejo de Estado, que desaconsejó llevar a cabo esa medida. No obstante, el Gobierno presentó el recurso este viernes, y el TC se reúne el sábado para tomar una decisión.
El presidente del Parlament ha tachado esta decisión del Consejo de Ministros de "fraude de ley", por lo que ha mantenido la fecha fijada para el debate de investidura. Tras ello, Torrent ha llevado la impugnación de la candidatura de Puigdemont a los servicios jurídicos, mientras que los 34 diputados de JxCat, incluido el propio Puigdemont, han presentado este viernes una demanda urgente ante el Tribunal Supremo (TS).
Estos hechos hacen prever que la coyuntura actual no va a mejorar en un futuro cercano, con lo que ello implica para la economía. La situación política que vive Cataluña desde otoño tiene un impacto creciente en el sector turístico, que registró caídas de un 10,7 por ciento en pernoctaciones hoteleras en la comunidad en el mes de diciembre respecto al mismo periodo de 2016. La autonomía no había vivido un retroceso de tal magnitud desde abril de 2013 -con efecto calendario por Semana Santa-. Además, la industria también se resiente. La patronal catalana Pimec señaló un impacto negativo en las ventas de 2017 en un 18,4 por ciento de la pyme industrial catalana, consultada en una encuesta propia.
La buena noticia de la semana la recibió Atlantia. El Ministerio de Fomento dio el visto bueno a la opa sobre Abertis, autorizando la propuesta de la firma italiana de adquirir la concesionaria de infraestructuras española en cuanto al negocio de autopistas. Una formalidad que pone en igualdad de tramitaciones a Atlantia respecto a Hochtief, después de que la filial de ACS recibiera esa aprobación de Fomento el 29 de diciembre.