
La concesión de la Cruz de Sant Jordi, la máxima distinción de la Generalitat de Cataluña, a Víctor Grifols -expresidente de la farmacéutica de hemoderivados- sigue levantando ampollas y se ha convertido en un nuevo punto de desacuerdo entre el Gobierno catalán y la CUP, partido que le da soporte político.
Eulàlia Reguant, diputada cupaire, reprochó ayer que se hubiera concedido este galardón al empresario de una farmacéutica "que en octubre de 2015 anunció que trasladaba su sede financiera a Irlanda para aprovechar las ventajas fiscales", afirmó. "Farmacéutica que, según un informe Intermón Oxfam, tiene trece filiales en paraísos fiscales", apostilló Reguant.
Las empresas radicadas en Irlanda pagan un impuesto de sociedades del 12,5%, notablemente inferior al 25% español. En esta línea, Reguant incluso preguntó a Puigdemont si pensaba que se entendía que el Gobierno catalán se situara al lado de aquellos que buscan no pagar impuestos "allí donde facturan y generan beneficios".
Ademas, Reguant recordó que el Gobierno catalán no acierta siempre a la hora de conceder sus máximos galardones. "A lo largo de la historia de las cruces de Sant Jordi encontramos algunos empresarios de estos de los que ahora se llama o se puede llamar "controvertidos" galardonados, como Carles Sumarroca", insistió.
No es para "amigos"
Carles Puigdemont, sin embargo, defendió la oportunidad de condecorar a Víctor Grifols. "No se dan las cruces de Sant Jordi a los amigos de un gobierno o a amigos de una ideología; se dan a quien ha hecho una aportación relevante en el país. Desde este punto de vista, le puedo asegurar que el señor Grifols, como todos los demás galardonados y galardonadas, incluyendo las entidades que han sido galardonadas, lo han sido por méritos más que sobrados en beneficio del país", señaló el presidente catalán.
Hay que recordar que Víctor Grifols animó al expresidente catalán Artur Mas con un expresivo "tire adelante, no se arrugue" en 2014, meses antes de que se llevara adelante el referendum del 9-N.
No obstante, pocos meses después de la consulta, la farmacéutica trasladó no solo su tesorería a Irlanda, sino que también movió a Dublín la política comercial, las actividades de I+D y, sobre todo, gran parte de su división de Biociencia, la más importante del grupo.
Traslado de tesorería a Dublín
Gracias a la sociedad que el grupo creó en Irlanda en 2012, denominada Grifols Worldwide Operations Limited, la farmacéutica se puede beneficiar también del nuevo tipo reducido del impuesto de sociedades de tan solo el 6,25% que el Gobierno irlandés permite aplicar a todo el beneficio generado por la inversión en I+D que haga cualquier firma con residencia en Irlanda.
El director financiero de la compañía, Alfredo Arroyo, justificó en su momento el movimiento a Irlanda en que Grifols "es una compañía global y ubica las operaciones donde le es más conveniente desde el punto de vista de negocio".