La Generalitat defiende que si el encuentro no se produce es por culpa del Gobierno y niega reuniones secretas.
Los gestos de que Moncloa busca otros interlocutores en Cataluña diferentes a Carles Puigdemont fueron prácticamente reconocidos el martes por Neus Munté, portavoz del Gobierno catalán. La consellera señaló que si no se había producido un encuentro entre Puigdemont y Rajoy no había sido por problemas de agenda del presidente de Cataluña, sino por culpa del Gobierno. "Queremos contar con una fecha ya, para tratar la propuesta concreta que presentamos, a través de los 46 puntos que entregó Carles Puigdemont a Rajoy", insistió Munté.
Además, señaló que en ese encuentro se quería hablar del referéndum y del resto de puntos incluidos en el documento y negó que se hayan producido contactos fuera de agenda entre Puigdemont y Rajoy. Miquel Iceta, líder del PSC, sin embargo, defendió ayer que le "constaba" que las conversaciones se habían producido. Por su parte, Luis de Guindos confirmó que las relaciones entre el Gobierno central y el autonómico es el "habitual".
En este sentido, Munté reconoció que diversos miembros del Gobierno catalán habían acudido a reuniones de trabajo y a actos públicos en los que habían coincidido con miembros del Ejecutivo de Mariano Rajoy. El último de estos encuentros se produjo justo el lunes, cuando Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras coincidieron en un acto en Barcelona.
El reto de la desobediencia
Si bien el Gobierno catalán defiende que seguirá adelante con el referéndum, cualquier movimiento que dé al respecto a partir de ahora puede ser motivo de choque con la Fiscalía. Munté reconoció que el Govern ya había recibido la notificación delTSJC sobre la anulación del Constitucional de la resolución del Parlament, que impulsaba el referéndum pactado, o no pactado.
Por otra parte, a petición de C's, PP y PSOE, se creará una comisión de investigación por el caso Vidal. También se pondrá en marcha otra por la Operación Cataluña, impulsada por JxSí.