
Como anticipo a los resultados de CaixaBank, que se publicarán mañana, BPI comunicó ayer sus cifras durante los nueve primeros meses del año. El luso, sobre el que el español mantiene una oferta de compra, ganó 182,9 millones, un 21,2 por ciento más que en el mismo periodo de 2015.
El negocio internacional (principalmente la conflictiva participación en Banco de Fomento de Angola, que el BCE quiere que el portugués reduzca) aportó 125,4 millones de euros al beneficio; mientras que la actividad financiera en Portugal generó 57,5 millones, unos 13 millones más que en el mismo periodo del año anterior. El margen de intereses mejoró un 12,6 por ciento, a 555,6 millones.
Respecto al ROE (retorno sobre el capital) superaba la barrera del 10 por ciento a 30 de septiembre.
Nueva junta en el horizonte
Además de la evolución de sus negocios, BPI anunció el miércoles cambios en el consejo de administración, al que se incorporarán Gonzalo Gortázar y Pablo Forero, consejero delegado y director de riesgos, respectivamente, de CaixaBank, después de que Isidro Fainé y Marcelino Armenter presentaran su dimisión. Los nombramientos serán refrendados en una junta de accionistas, en la que también se votará la venta de un 2 por ciento del capital de BFA a Unitel. Es un compromiso adquirido con Isabel dos Santos, con el objetivo de que no bloqueara el desblindaje del luso en la junta celebrada el 21 de septiembre.
Fuentes financieras explican que la rotación en el consejo de BPI es lógica, ya que Fainé ya no preside CaixaBank. Además, Gonzalo Gortázar quiere concentrarse en BPI y para ello, previsiblemente, abandonará otros consejos de administración como el de Erste Bank. También dejará el de Inbursa.