Cataluña

Los nuevos partidos darán un vuelco al mapa municipal

  • El primer examen en las urnas para unos políticos que afrontan este año con otras dos citas
Ada Colau durante un acto | Fotografía: Luís Moreno

Arranca un mes electoral donde se decidirán los alcaldes y los concejales de las poblaciones de Catalunya. Pero las elecciones municipales del día 24 son además el primer examen en las urnas para unos políticos que afrontan este año con otras dos citas: las elecciones autonómicas que se celebrarán el 27 de septiembre y las elecciones generales.

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Tal y como reconoce el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Joan B. Culla, "las municipales de este año serán las más políticas desde 1979, donde el factor ideológico y la dimensión política catalana y española tendrán más peso en las agendas municipales y el factor local jugará un papel menos determinante". Al igual que sucede en el escenario general de la política española, la irrupción de nuevas formaciones está cambiando el mapa político y pone a prueba el bipartidismo.

En Barcelona, CiU es donde más se juega, ya que después de acabar con la hegemonía socialista de 32 años en las municipales de 2011, ahora algunas encuestas le auguran una competición directa con la formación que lidera Ada Colau, Barcelona en Comú. El partido de la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha irrumpido con fuerza en el escenario político barcelonés y puede hacer sombra al actual alcalde convergente de la capital catalana, Xavier Trias, que ya ha avanzado que no le conviene que se dé un carácter soberanista a las elecciones municipales del 24 de mayo. En este sentido, la directora del Gesop, Àngels Pont, considera que en esta cita electoral "el independentismo tendrá menos peso del que las fuerzas soberanistas quieren. Las autonómicas son las que se jugarán en clave independentista, mientras que en las municipales se vota por la gestión, pensando en la ciudad y es más personalista". Pero en esta ocasión se hará una lectura en clave del proceso soberanista, ya que tal y como explica el profesor B. Culla, "pueden ser una primera vuelta de las autonómicas y generales".

Victorias ajustadas, lejos de mayorías absolutas

Tanto en Barcelona como en el resto de grandes municipios catalanes, los sondeos auguran un escenario bastante fragmentado en el que parece difícil que haya mayorías absolutas en los ayuntamientos. Las expectativas que generan los nuevos partidos que este año confluyen a las citas electorales afectan a las grandes formaciones tradicionales, que según B. Culla "hasta hora afrontaban las elecciones con el piloto automático, de forma rutinaria. Ahora los partidos saben que no estamos en una situación rutinaria y deben llevar el control y esforzarse al máximo".

En este nuevo escenario es difícil asegurar una victoria contundente de un partido, incluso en el área metropolitana, denominada cinturón rojo por la tradicional hegemonía socialista. Tal y como detalla Àngels Pont, cada municipio tiene su propia realidad, pero la fragmentación será un hecho, así como las tendencias que las encuestas prevén para las elecciones generales. En su opinión, la entrada de nuevos partidos como Podemos o Ciutadans puede hacer bajar a los tradicionales y esa dinámica de las elecciones generales puede influir en las municipales.

Algunos sondeos apuntan que Barcelona en Comú, que aglutina a Podemos e ICV, podría ganar en Barcelona, mientras que otros hablan de una carrera muy competida con CiU. En lo que la mayoría coinciden es en destacar la inestabilidad política marcada por un escenario de elevada fragmentación, que deja abiertos todos los pronósticos, sin ningún repunte destacado de alguna fuerza, que podría dar lugar a una gobernanza complicada.

Tal y como avanza B. Culla, "si se confirman los síntomas de cambio, la política será más complicada con unos nuevos partidos poco previsibles, ya que hasta ahora eran como boxeadores que ya conocían a sus contrincantes y ahora hay más rivales. Entran actores nuevos que son desconocidos para los partidos tradicionales y habrá que ver cómo interactúan entre ellos y si el sistema es capaz de integrarlos".

Los nuevos actores de la política catalana

La formación de Albert Rivera, Ciutadans, hará un nuevo intento de entrar en la política municipal, después que en los comicios de 2011 tan sólo consiguió siete concejales. Este año concurrirá a esta cita electoral con 90 candidaturas. Por su parte, la CUP presentará 86 candidaturas en las comarcas de Barcelona, 35 en las de Girona, 21 en las de Tarragona y 17 en las de Lleida tras conseguir 101 regidores en las últimas municipales, un resultado que se multiplicó por cinco en comparación a 2007, cuando sólo consiguió 20 regidores. CiU, con Xavier Trias como candidato para Barcelona, es la formación política que más candidaturas presenta en Catalunya, con 907 listas electorales, seguida de ERC (715), PSC (528), PPC (525), ICV-EUiA (221), la CUP (163) y Ciutadans (90). Estos datos ponen de manifiesto la crisis que sufre el PSC, que sólo revalida 528 de las 711 listas que presentó en 2011, lo que significa que sólo aspira a tener representación en poco más de la mitad de los 947 municipios catalanes.

"Lo que reflejan las encuestas es que la gente busca un cambio e indican un descontento de la población. La irrupción de nuevos partidos puede hacer difícil la gobernanza en muchos municipios, donde los políticos se deberán sentar para pactar", augura la directora del Gesop. Pero por otro lado, Pont también advierte que las elevadas expectativas que generan los nuevos actores políticos se pueden desinflar, tal y como pasó en las elecciones de 1995 cuando Pasqual Maragall (PSC) se hizo con la alcaldía en Barcelona tras la pugna que mantuvo con Miquel Roca (CiU).

Los resultados de esta primera cita electoral del año serán importantes, ya que determinará la estrategia que cada partido adoptará para encarar las elecciones autonómicas del 27-S, cruciales en para el proceso independentista. Por eso, en esta cita electoral la campaña jugará un papel importante para las formaciones, que son conscientes de que este año "se tienen que poner las pilas", como matiza B. Culla. Los resultados los darán las urnas, pero lo que está claro es que el mapa político está por dibujar.

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