Cataluña

De nuevo Cataluña

Juan Carlos Giménez Salinas, Abogado

El president de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, se dejó 10 diputados en las últimas elecciones que él mismo convocó para conseguir más votos, perdiéndolas con estrépito. Con el fin de poder gobernar con debilidad, pactó con ERC y le forzaron hacia un camino de difícil retorno: solicitar una consulta para que los catalanes se inclinen por la independencia. El president, desde hace poco, aparece dubitativo y, queriendo aparentar solidez en sus ideas, se expresa de un modo en el que se aprecian las dudas.

Los empresarios catalanes se muestran desconfiados y temerosos de su futuro, la sociedad se halla dividida y aparecen los primeros síntomas de nerviosismo en su seno y los políticos europeos son reacios a apoyarle.

Aparecen nuevas plataformas que respiran en contra el oficialismo catalán y hablan sin temor.

Nuestra sociedad se mueve y, como toda sociedad avanzada, no toda ella comulga con las ruedas de molino del Govern. Antes al contrario, aparecen muchas voces diferentes y disonantes de la propaganda oficial.

Recientemente el señor Mas ya insinúa que si hubiera una tercera vía, debería ser propuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy. Vemos que admite una tercera vía que era impensable hasta ahora. Veremos qué hace el señor Rajoy ante esta invitación al dialogo. Seguramente deberemos esperar algunas semanas la respuesta, acostumbrados a los ritmos cansinos de nuestro presidente, pero esta respuesta deberá existir.

Al final del camino no habrá ni consulta ni independencia, pero, como ya he dicho en otras ocasiones, habrá frustración en los que anhelaban aquella deseada independencia. Y nos olvidaremos para siempre del señor Mas que nos condujo hacía una meta inexistente y destruyó por el camino muchas ilusiones y un partido político importante hasta hoy, CiU, cuyos votantes no han comprendido su política, ya que la independencia se hallaba en el ideario político de ERC mientras que en el ideario de CiU figuraba el catalanismo.

Los que deseen la independencia votaran a ERC y los moderados de CIU buscarán otro partido o se quedarán en casa a la vista de hacia dónde les han conducido los líderes actuales de su Govern.

Hemos de congratularnos por el hecho de que somos catalanes y en consecuencia, pacíficos y moderados porque en cualquier otra sociedad, a la vista de cómo nos ha liderado nuestro Govern ya nos daríamos de bofetadas por las calles.

Que aprendan los políticos a no jugar con las personas que habitan la sociedad que dirigen, juego que practican con fines ocultos, que solamente ellos conocen y que a la sociedad no le conviene.

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