Cataluña

Mas confirma un recorte de 2.000 millones y sondea a ERC para los Presupuestos de 2014

La Generalitat se escudó ayer en el poco margen de déficit que le ha dado el Gobierno para dar luz verde en su primera reunión tras el verano a la prórroga de las cuentas de 2012, que contemplan un recorte de 2.000 millones de euros (de los que ya se han ejecutado 1.600).

La Generalitat se ha adaptado de esta manera a las exigencias del Ejecutivo de Mariano Rajoy de establecer el límite del déficit en 1,58 por ciento del PIB. Para el consejero de Economía, Andreu Mas Colell, resulta "insuficiente" que el objetivo de déficit se haya flexibilizado desde un 0,7 por ciento inicial (que implicaba recortar 4.000 millones) hasta el 1,58 por ciento, cuantía que está "lejos de lo indispensable".

La prórroga supone un recorte para todas las consejerías del 8,6 por ciento y, según Mas Colell, se "atenuarán las consecuencias del recorte" en las áreas más sensibles, como sanidad, educación o servicios sociales. También se recortará una paga extra a los funcionarios. Sobre este presupuesto prorrogado, sólo se realizarán modificaciones "puntuales" para garantizar "el funcionamiento normal de los servicios públicos fundamentales.En la mente del consejero de Economía ya planea la elaboración de los presupuestos de 2014, para lo que iniciará a partir de la próxima semana los contactos con ERC. Según aseguró Mas Colell su voluntad es pactar con los republicanos las nuevas cuentas.

Compensaciones

La Generalitat también hizo público que reclamará al Ministerio de Hacienda que incorpore en los presupuestos del Estado de 2014 una partida para compensar a la Generalitat por "la imposibilidad de aplicar" el impuesto catalán sobre los depósitos de las entidades de crédito, con el que el gobierno de Mas pretendía recaudar 500 millones. Según defienden, la ley orgánica de financiación de las autonomías obliga al Estado a "compensar" adecuadamente a las comunidades si aprueba un tributo con el mismo hecho imponible ya contemplado por éstas. En la reunión de ayer, el Ejecutivo de Mas aprobó la Ley de Acción Exterior catalana con la que pretende regular el posicionamiento del gobierno catalán en el extranjero, favoreciendo su red de delegaciones internacionales.

Por otro lado, Artur Mas ha decidido mantenerse en un segundo plano en el acto central para conmemorar la jornada del 11 de septiembre: la cadena humana que recorrerá de norte a sur la geografía catalana. El presidente de la Generalitat ya tomó una decisión similar el pasado año, cuando decidió no participar en la manifestación del 11 de septiembre. Mas sí que recibirá en cambio a una delegación de sus organizadores.

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