
El Clúster de la Energía Eficiente de Cataluña (CEEC) pone de relieve la falta de instrumentos de financiación para abordar nuevos proyectos, pese a que el contexto actual -con el cambio de hábitos del consumidor- está propiciando la eclosión del sector.
La asociación empresarial, que agrupa 170 compañías que facturan más de 15.000 millones de euros, destaca que nunca ha sido fácil disponer de los recursos necesarios para este tipo de proyectos. Cita, entre los principales escollos, los recelos de las entidades financieras por la falta de dimensión de algunos proyectos, lo que los excluye de algunas vías de financiación, o bien el hecho de que, en ocasiones, los proyectos presentan unos análisis financieros y de viabilidad económica con criterios distintos a los empleados por el sector financiero.
No obstante, desde el CEEC, se trabaja para conseguir identificar la fórmula de financiación más adecuada a cada proyecto. Para alcanzar este objetivo, el clúster acaba de constituir un grupo de trabajo que incorpora representantes de entidades financieras y de renting, de crowdfunding, fondos de inversión, inversores privados, empresas de servicios energéticos, fabricantes, distribuidores, consultores...
El sector es consciente también de que no todos los proyectos requieren el mismo tipo de recursos. Sus expertos explican que no se requiere igual planificación para una industria que quiera hacer una mejor de eficiencia energética en su proceso o instalaciones, donde la financiación tradicional (financiación bancaria, renting, ..) puede ser la mejor solución, a lo que precisará un proyecto de instalación fotovoltaica por parte de una comunidad de vecinos, donde la financiación colaborativa (crowdfunding) puede ser la mejor opción.
La presidenta del clúster, Esther Izquierdo, explica que la pandemia se ha convertido en un revulsivo para todo el sector de la eficiencia energética que, ya antes de su irrupción pasaba por un buen momento por los nuevos objetivos internacionales de reducción de emisiones. Pero queda claro que el Covid-19 ha contribuido a la sensibilización de una gran parte de la población sobre la necesidad de ser partícipe de esta transformación porque "la gente ha estado más tiempo en casa y ha experimentado más conscientemente sus niveles de consumo energético y se ha cerciorado de que hay alternativas".
Esther Izquierdo manifiesta que si la reducción de emisión ha de ser una realidad "está claro que hay que consumir de otra manera y el modelo energético ha de ser distinto, con modelos de negocio muy diferentes a los actuales, en los que la investigación y la innovación son básicas". Por ello, desde el clúster se reclaman más ayudas al emprendimiento y "fomentar la colaboración público-privada", insiste la presidente de la asociación.
La pandemia, un revulsivo
El gerente de la asociación, Francesc Ribera, comenta que en el marco de la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, los gobiernos europeos y estatales están promoviendo políticas financieras con las que se pretende incentivar que las empresas inviertan en la sostenibilidad. De hecho, el Banco Europeo ya manifestó sus intenciones de alinearse con la lucha contra la emergencia climática. También el Banco Europeo de Inversiones anunció que dejarán de financiar proyectos de combustibles fósiles.
De este hecho se puede deducir que las empresas que no aprovechen las oportunidades brindadas por los diferentes gobiernos y transformar su organización en una de más sostenible, poco a poco quedarán fuera de juego, es decir, perderán competitividad y les será más complicado conseguir inversiones, más que nada porque los inversores ya apuestan por empresas con filosofía sostenible, ya que es asegurar la apuesta, explica Ribera.
Agenda verde
Cataluña trabaja en el desarrollo de la Agenda Verde con acciones inspiradas en el Green Deal Europeo. Se destinar el 52% del Plan de Reactivación Económica y Protección social, unos 16.678 millones de euros. Unos 6.311 millones en acción climática; en automoción y movilidad sostenible otros 5.877 millones; en economía circular 1.200 millones, y vivienda y energía eficiente, 3.270 euros.
Este plan tiene ocho ejes de actuación y cuatro motores; la descarbonización de la energía, la aplicación de la circularidad, la digitalización y la regulación inteligente.