
Algunos centenares de trabajadores de los centros comerciales y de los casinos de Cataluña se han concentrado este miércoles ante la Generalitat para reclamar la reapertura inmediata, ya que en el plan de la desescalada se aplaza al 21 de diciembre y al 20 de enero, respectivamente. Ambos sectores se consideran discriminados por el plan de aperturas diseñado por el Govern.
"El comercio es seguro al cien por cien y los que estamos en centros comerciales hacemos y cumplimos todos los protocolos tanto desde el punto de vista de nuestros establecimientos como desde el punto de vista de control de los espacios comunes", ha afirmado Gabriel Jené, uno de los portavoces de las entidades convocantes.
Los negocios ubicados en centros comerciales, tras la avalancha de consumidores que han inundado las calles ciudades como Barcelona durante los dos últimos días festivos en que se ha permitido la apertura de comercios y establecimientos, consideran una "paradoja" que las multinacionales y los grandes formatos comerciales del centro de la ciudad estén abiertos mientras los pequeños y medianos comerciantes de los centros comerciales se ven en la obligación de permanecer cerrados.
Jené ha advertido que si no se les permite abrir para la campaña de Navidad -tras haber perdido la facturación del Black Friday y del puente de la Constitución-, las empresas no tendrán capacidad de resistencia.
Desde el Govern, su portavoz Meritxell Budó, ha admitido que ante las aglomeraciones que se han registrado durante el puente de la Constitución, el Ejecutivo catalán está valorando la posibilidad de abrir los centros comerciales, "sobre todo los que están al aire libre".
Más de 70.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y 1.000 millones de euros de facturación del mes de diciembre están en peligro por el cierre de los centros comerciales, según ha explicado Víctor García, portavoz en Cataluña de la federación estatal de centros comerciales.
Los casinos, hasta enero
Por su parte, el portavoz del colectivo catalán de trabajadores del juego Víctor Manuel Duce ha afirmado en declaraciones a los medios que las medidas de seguridad e higiene y el control de aforo se cumplen "a raja tabla" en los centros de juego y ha pedido reiteradamente equiparación respecto a otros sectores.
En este sector, el agravio comparativo es con el ocio nocturno, y piden una explicación de "por qué no están dentro de ninguna de las cuatro fases del plan de desescalada cuando tenemos garantizadas la seguridad y la limpieza".
Según datos del sector, el cierre afecta 8.000 familias directas y 29.000 indirectas.
Los parques infantiles
También hasta el final del plan de la desescalada, a mediados de enero, no está prevista la reapertura de los parques infantiles privados, conocidos popularmente como 'chiquiparques'. El cierre obligado de esta actividad económica ya se ha llevado por delante un 40% de las 250 empresas y 1.300 trabajadores que representaba en Cataluña antes del inicio de la pandemia.
El sector reclama también la reapertura inmediata defendiendo que se cumplen de manera estricta todos los protocolos de seguridad y ponen de manifiesto que en la anterior fase de reapertura las propias empresas que operan se autolimitaron a un aforo del 25% en sus instalaciones por considerar que era una mayor garantía para su funcionamiento.