Cataluña

Cuina Justa, 25 años ayudando a personas con fragilidad con productos de calidad

  • Su misión es generar ocupación para personas en riesgo de exclusión
  • Trabaja con productos sostenibles y saludables de proximidad
  • Trabajan 350 personas, de las cuales un 70 por ciento están en situación de fragilidad
Equipo directivo de la Fundació Cassià Just junto al cocinero Nandu Juvany. EE

Ayudar es la filosofía de la Fundació Cassià Just, nacida hace ya 25 años, en 1994, por un grupo de profesionales de la salud mental, la acción social y la educación.

Dichos profesionales pidieron ayuda a Cassià Maria Just, el abad emérito de Montserrat, fallecido en 2008, un sacerdote que siempre intentó ayudar a las personas con dificultades, y les ayudó a constituirla, con lo que tomó su nombre.

"Nuestro mensaje es generar oportunidades laborales con personas con fragilidad", resume Àlex Pujol, director general de Cuina Justa, la empresa de economía social de la Fundación Cassià Just.

Una persona con fragilidad, según su director general, es aquella con "problemas de salud mental, personas sin formación ni experiencia laboral, mujeres víctimas de violencia de género, mayores de 45 años con dificultades de inserción sociolaboral, parados de larga duración o personas recién llegadas con dificultades de inserción sociolaboral".

Cuina Justa es una empresa de alimentación que se dedica a elaborar comidas para colectivos, generando así ocupación. Actualmente, la empresa basa su negocio en la elaboración de comida que luego va destinada a establecimientos como colegios o empresas.

Asimismo, ofrecen un servicio de cáterin y cuentan con espacios en ferias y establecimientos con una cantidad importante de consumo. Además, cuentan con un huerto de 4,5 hectáreas en El Prat de Llobregat para aportar fruta y verdura de proximidad. 

Por último, también basan el negocio en alianzas con otras empresas, pero siempre con los mismos objetivos: buscar oportunidades laborales para personas con fragilidad en este mercado hipercompetitivo y que los productos sociales lleguen a los consumidores.

Facturar para ayudar a las personas

Por ahora, según desglosa Pujol, su presupuesto se compone en un 89 por ciento de sus ingresos a partir de la venta de productos y servicios producidos y generados por personas con fragilidad; en un 10 por ciento de subvenciones y en un 1 por ciento de donaciones.

"Tenemos el soporte de las administraciones públicas, que nos ayudan con el 50 por ciento del salario mínimo interprofesional gracias a que generamos trabajo para personas con discapacidad", expone Pujol aunque también admite que les gustaría que "el negocio de Cuina Justa represente el máximo posible de nuestro presupuesto".

Un presupuesto que el año pasado fue de 6,5 millones de euros y si se cumplen las expectativas, crecerá hasta los 6,6 millones este año.

Cuina Justa da trabajo a 350 personas, un 70 por ciento de las cuales están en situación de fragilidad, aunque la cifra varía según cada estación. No obstante, su obsesión es garantizar un empleo fijo de larga duración que les permita crear proyectos personales sin la inseguridad que genera la posibilidad de perder el empleo o de no renovar el contrato tras su vencimiento. Por eso no solo buscan contratar personas ellos mismos, sino que trabajan con empresas para buscar este empleo. 

"Queremos capacitar a nuestra gente y ofrecerles trabajo digno, a la vez de contar con el apoyo y el compromiso de las empresas, tanto en la venta de productos, como con oportunidades y trabajo", añade Pujol.

Para saber más: revista Catalunya

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