
Cinco años después de que se constituyese como una sociedad de inversiones formada por empresarios familiares de Castilla y León, Alentia ha aprobado su disolución. En sus cinco años de actividad ha entrado en el capital de 9 empresas por importe de seis millones de euros.
En octubre de 2013 se constituía Alentia, un vehículo de inversión alternativa impulsado por la Asociación Empresa Familiar de Castilla y León, con el objetivo de facilitar el crédito en un momento en el que los bancos había cerrado el grifo por la crisis económica.
En este tiempo, la sociedad de inversiones, dirigida por Javier Cid hasta el pasado mes de junio, ha inyectado cerca de seis millones de euros en distintos proyectos empresariales, entre los que destacan el Hotel Balnerario del Monasterio de Valbuena, Amadix, Inmunostep, Gudog, Madaisg, Arborea Intellbird, Evolufarma, AquilonCyl o Almagro Capital.
Tras cinco años de actividad, los 110 socios que se integraban en Alentia, presidida por Sebastián Arias, han decidido por unanimidad su disolución al haber cambiado la situación que dio origen a su nacimiento.
Frente a la sequía crediticia de entonces, la financiación bancaria ha vuelto a fluir, a lo que hay que sumar la potenciación que la Junta de Castilla y León ha hecho de su sociedad de capital riesgo Sodical, con la que el Ejecutivo ha puesto en marcha un Plan de Crecimiento Empresarial centrado principalmente en el impulso de las empresas familiares de la Comunidad.
Alentia, impulsada por el empresario Gerardo Gutiérrez cuando ocupaba la Presidencia de EFCL, ha sido la primera experiencia en nuestro país en la creación de una sociedad de inversores con empresarios familiares.