
Castilla y León fue una de las tres comunidades, junto a País Vasco y Asturias, que ha perdido autónomos en el primer trimestre del año, al reducirse en 440 personas.
El número de trabajadores autónomos descendió un 0,2 por ciento, al pasar de los 197.362 de diciembre de 2017 a los 196.922 en marzo de 2018. A nivel provincial, la perdida se produjo en todas las provincias, excepto en Ávila y Segovia, que ganaron efectivos, según un informe elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
En España, el número de trabajadores autónomos pasó de los 3.204.678 en diciembre de 2017 a los 3.230.400 en marzo de 2018, que supone un incremento en 25.772 afiliados, un 0,8 por ciento más en términos relativos. Por comunidades, únicamente tres de las 17 tienen un registro negativo (Castilla y León, Asturias y País Vasco), además de Ceuta.
Según ATA, estos datos son mucho más positivos que los registrados en 2017, cuando fueron 10 las comunidades que no lograron sumar trabajadores por cuenta propia en los tres primeros meses de 2017. Se trata de un crecimiento diez veces superior al registrado en el primer trimestre de 2017, cuando el número de autónomos se incrementó en 2.545.
En Castilla y León, Ávila ganó ocho autónomos en ese periodo y Segovia 16, mientras que en Burgos se perdieron 76; en León, 86; en Palencia, 73; en Salamanca, 68; en Soria, 71; en Valladolid, 6 y en Zamora, 83.
Precisamente, de 14 provincias que aún se muestran en negativo, la mitad son de Castilla y León. Entre los mayores descensos porcentuales durante el primer trimestre destacan los producidos en Soria (-0,9 por ciento), Ourense, Palencia y Zamora, todas ellas con un 0,5 por ciento menos de autónomos cotizando a la Seguridad Social que al finalizar el año y Salamanca y Burgos, provincias castellano y leonesas que han perdido el 0,3 por ciento de sus autónomos.