
Lactalis echa el cierre en Valladolid. La compañía anunció ayer que la planta de la antigua Lauki, con cerca de 90 trabajadores, dejará de producir el próximo 30 de junio, alegando el descenso de las ventas y el estancamiento de la demanda de leche pasteurizada.
El cierre, según la empresa, responde a una situación de "sobrecapacidad" de la estructura productiva, que dificulta competir. En el caso de la factoría de Valladolid, en la que se produce la leche Lauki, se ha visto "impactada" por el descenso continuo de ventas de esta marca, el estancamiento de la demanda de leche pasteurizada y por las pérdidas en el mercado portugués, por lo que la compañía ha optado por reducir capacidad y concentrar volúmenes de producción.
La noticia supuso todo un "mazazo" para los trabajadores, que ven en el cierre un claro caso de deslocalización, algo que la empresa ya intentó hace cinco años.
Rechazo de los sindicatos
Juan Carlos García, de UGT, rechazó ayer el cierre, porque "tanto la empresa como la planta están en beneficios" y aclaró que el próximo martes se volverán a reunir para conocer los planes de dirección, que ha mostrado su intención de buscar recolocaciones para que haya el menor impacto social.
La Junta de Castilla y León mostró también su rechazo a un cierre al que no ven "razones objetivas" o de falta de "viabilidad", según aseguró la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo regional, Rosa Valdeón.
La dirigente política añadió que la Junta está dispuesta a estudiar medidas que permitan mantener abierta la factoría y advirtió, en todo caso, de que habrá una "estricta vigilancia" para que se cumplan los derechos de los 85 trabajadores y se les traslade a otros centros de trabajo de la compañía.
El anuncio ha provocado también gran preocupación entre las organizaciones agrarias, ya que se produce en un momento de fuerte crisis entre los ganaderos de leche.