
La Consejería de Economía y Empleo ha destinado a la programación de los años 2013 y 2014 un total de 32,5 euros en acciones formativas que se está ejecutando en este momento e implican el desarrollo de 960 cursos de formación a los que asistirán, en el conjunto de los dos años, más de 14.000 trabajadores en situación de desempleo.
En una primera parte se destinan 21,7 millones, a través del Servicio Público de Empleo, para desarrollar 619 cursos de formación a través de centros colaboradores de formación que llegarán a 9.285 desempleados de la Comunidad. Estos cursos se suman a los 175 cursos de formación desarrollados por la Junta en centro propios de Formación Profesional Ocupacional y centros integrados de Formación Profesional en los que actualmente se están formando 2.625 desempleados, y a los 166 cursos impartidos por los agentes económicos y sociales en los que están formándose casi 2.500 desempleados.
De los 960 cursos de este programa de formación de oferta para desempleados (FOD), 148 corresponden a los impartidos por los centros de Formación Profesional Ocupacional del ECyL, y 27 a los desarrollados por los centros integrados de Formación Profesional de la Junta que dependen de la Consejería de Agricultura y Ganadería y de la Consejería de de Educación. Por otra parte, los agentes económicos y sociales imparten un total de 166 cursos y 619 los ponen en marcha los centros colaboradores de formación que están repartidos por las nueve provincias de la Comunidad.
La programación de los cursos impartidos en los centros propios de Formación Profesional Ocupacional se aprobó el pasado 13 de marzo. La correspondiente a los centros integrados de Formación Profesional fue aprobada el 2 de abril, y la que desarrollan los agentes sociales y económicos tiene validez desde el 5 de septiembre. Las subvenciones para cursos en centros colaboradores se están concediendo desde el 6 de noviembre en las distintas provincias.
Esta formación viene a suplir la falta de formación de aquellos trabajadores que no pudieron adquirir unos conocimientos a través de la formación reglada, o a aquellos que quieran completarlos en este momento y obtener nuevos conocimientos en otras áreas de formación. Esto conllevará necesariamente mejorar las posibilidades de reinserción laboral.
Aunque los cursos están destinados de forma mayoritaria a trabajadores desempleados, también pueden participar trabajadores ocupados hasta en un 40 por ciento del total, siempre y cuando permanezcan inscritos como demandantes de mejora de empleo, soliciten participar expresamente en el curso de formación que les interese y posean la titulación mínima necesaria para poder realizarlo.
La formación pasa por un momento crucial, en el que resulta imprescindible la adquisición de nuevas competencias que complementen las ya adquiridas, y que sirvan para aumentar las expectativas de inserción laboral hacia nuevos sectores de actividad o en sectores con mayores expectativas de futuro.
Asimismo, es importante resaltar que la mayoría de los cursos que ahora se aprueban van orientados a la consecución de un certificado de profesionalidad, para que quienes carezcan de una titulación adquirida a través de las vías formales puedan obtenerlo mediante la superación de los módulos formativos asociados a las unidades de competencia que comprenda el certificado.
Tendrán preferencia en la selección de los participantes en los cursos aquellas personas o colectivos en que en función de sus circunstancias personales, la mayor tasa de paro, u otros motivos sociales, culturales o laborales puedan presentar mayores dificultades para acceder a un empleo. De esta forma se consideran preferentes las personas sin cualificación profesional, con necesidades formativas especiales o con dificultades para su inserción.
Todas estas acciones completan la oferta formativa,