
El tesorero de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Eduardo Ordóñez, se ha unido a la campaña que el presidente de la patronal salmantina, Juan Antonio Martín Mesonero, ha emprendido para hacerse con el control de la organización, en pleno proceso electoral para renovar a Jesús Terciado.
Ordóñez ha presentado la dimisión de su cargo a la vez que ha denunciado la "situación económica" por la que atraviesa la organización empresarial, algo que ha expresado con anterioridad "sin demasiado éxito".
Esta dimisión se produce una semana después de que el presidente de los empresarios de Salamanca, Juan Antonio Martín Mesonero, entrara en la sede de Cecale, acompañado de un notario, para llevarse datos económicos de la patronal.
Ordóñez es uno de los integrantes del bloque formado por Mesonero y los presidentes de Zamora y León, Ángel Herrero, y Javier Cepedano, que pretenden hacerse con el control de la organización. De hecho, en algunas fuentes de la patronal se indica que Ordóñez sería uno de los posibles candidatos del bloque crítico a la Presidencia.
Sin embargo, su candidatura tiene el inconveniente de que de resultar elegido le incompatibilizaría para seguir contratando con Cecale los cursos de formación que imparte esta organización. Ordóñez es propietario de varias academias. En esas fuentes, se indica que el verdadero tapado para ocupar el puesto de Terciado es el leonés Javier Cepedano.
Junto a su renuncia, Ordóñez asegura que ha presentado "datos económicos que apoyan sus argumentos", así como la constancia "de la honda preocupación por la quiebra política y organizativa de la Confederación, que genera una incertidumbre difícil de calificar, y de las repercusiones que esta situación pudiera tener en el aspecto económico".
Ordóñez ha señalado en su comunicado que ha manifestado "reiteradamente en diferentes reuniones de la Junta Directiva y con responsables de esta Organización la situación delicada de tesorería que atraviesa" Cecale.
Detrás de la guerra por el control de la patronal está el reparto de las subvenciones que recibe Cecale por los cursos de formación. Las tres organizaciones díscolas -León, Zamora y Salamanca- llevan meses reclamando más de 2,2 millones de euros a la patronal regional.