
La patronal CEOE Castilla y León se ha mostrado confiada en que "esta vez" el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, cumpla con el anuncio de suprimir "en unas semanas" el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la Comunidad que hizo en el debate de la moción de censura.
Según la patronal, "este tipo de impuestos penalizan doblemente a Castilla y León, creando, por un lado, ciudadanos de segunda y de tercera en función de la Comunidad en la que vivan, y por otra parte, frenando la inversión empresarial, y, por tanto, la creación de empleo".
Por ello CEOE Castilla y León reitera que la supresión "es necesaria, más en un momento de ciclo económico en fase de desaceleración", que exista una armonización fiscal, para evitar que se agudice la deslocalización de empresas de Castilla y León "por el alto nivel impositivo, empujando a los empresarios a invertir en otras comunidades con menor carga".
Por todo ello, la Confederación solicita que el Gobierno de la Comunidad trabaje en medidas que den seguridad jurídica y fiabilidad a las empresas y a los inversores, para acelerar "y no poner límites a la actividad económica del tejido productivo".
CEOE Castilla y León ha recordado que reclama a las diferentes administraciones "un debate en profundidad sobre el sistema fiscal con la finalidad de que sirva para incentivar el desarrollo económico a través de una fiscalidad competitiva para las empresas y para las familias" con el objetivo de lograr que el sistema impositivo sea "una palanca de creación de riqueza" de la que se deriven más ingresos públicos.
Tambieín la Asociación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) ha valorado de forma muy positiva el anuncio de retomar "de manera inmediata" el proceso para la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Mayor inversión
A juicio de EFCL, la supresión de este impuesto contribuirá a la reactivación económica en Castilla y León, ya que facilitará una mayor inversión y frenará la marcha de patrimonios o empresas a otras Comunidades Autónomas. Además, destaca que se trata de un impuesto que solo supone el 0,35% del total de ingresos vía tributos para la Junta de Castilla y León, que ya ha sido eliminado en otras regiones.
La supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es una demanda que EFCL ha venido reiterando durante esta pandemia, por entender que se trata de un impuesto injusto y discriminatorio para los habitantes de la Comunidad. "Confiamos en que la medida pueda tener efectos retroactivos y facilitar, de este modo, que se puedan acoger las familias cuyos familiares han fallecido a causa de la COVID-19", señala EFCL, que recuerda que la eliminación del impuesto estaba prevista que se aprobase en las Cortes de Castilla y León en el mes de marzo del año pasado, cuando fue acordada su suspensión al comenzar la pandemia.