Castilla y León

Castilla y León cierra 2019 con un crecimiento del 2,2%, siete décimas menos que el ejercicio anterior

Carriedo durante la presentación de la Contabilidad Regional (EP)
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La economía de Castilla y León creció un 2,2 por ciento a lo largo del año 2019, siete décimas inferior al incremento registrado en 2018 (2,9 por ciento) y casi punto y medio menor a la computada hace año y medio cuando la economía regional crecía al 3,5 por ciento.

Para el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, estos datos demuestran que la economía de Castilla y León sigue creciendo a un "ritmo razonable", aunque "mucho menor" a la etapa de la recuperación económica, a lo que ha añadido el paulatino "deterioro" del crecimiento a medida que transcurrían los trimestres, informa Europa Press.

En concreto y según los datos de la Contabilidad Regional del año 2019 hechos públicos este lunes por el consejero, la economía de Castilla y León ha pasado de crecer un 2,6 por ciento en el primer trimestre del pasado año a un 2,4 por ciento en el segundo, un 2,0 por ciento en el tercero y un 1,9 por ciento en el cuarto, medio punto menos en este caso al crecimiento del último trimestre de 2018 (2,4 por ciento).

"Es una tasa relevante -el 2,2 por ciento del cierre de 2019- porque seguimos creciendo por encima del 2 por ciento", ha considerado el consejero quien, tras constatar la desaceleración de la economía regional -el techo de gasto no financiero elaborado por la Junta contempla un aumento del 1,6 por ciento en 2020-, ha descartado que se pueda hablar de un horizonte claro de recesión o de crecimiento negativo.

En cuanto al empleo, en 2019 se registró un crecimiento del 1,3 por ciento, tres décimas superior en este caso a 2018.

Mala cosecha y fin de la minería

La mala cosecha de 2019 y el final de la minería del carbón, así como el cierre de las térmicas, que finalizaron su actividad, fueron las principales causas que según el consejero de Economía y Hacienda frenaron el crecimiento económico, hasta situarlo en el 2,2 por ciento. De hecho el sector primer anotó una caída del 3,9 por ciento, frente al incremento del 12,1 por ciento de 2018, si bien no tuvo mucho impacto sobre el empleo.

También la rama de productos energéticos registraron una contracción del 15,6 por ciento, tanto por el cierre de las minas de carbón, como por la situación de las térmicas, lo que contrasta con el aumento de los productos industriales, que avanzaron un dos por ciento.

Durante 2018 se registró producción minera de carbón en Castilla y León, una actividad que desapareció en 2019, si bien el empleo ya se había perdido antes del pasado año. Esto, dijo el consejero, explica que a pesar de que hubiera un menor crecimiento, el empleo aumentara un 1,3 por ciento, tres décimas más que en 2018.

Además, al construcción se sostuvo con un crecimiento del tres por ciento -una décima más-, mientras que el sector servicios anotó un avance del 2,9 por ciento, cuatro décimas menos.

Saldo exterior negativo

En cuanto a la demanda interna, Fernández Carriedo destacó que aumentó un 2,5 por ciento, lo que consideró un "dato relevante", pero menor que el 3,4 por ciento de 2018. También la formación bruta de capital aumentó un 2,6 por ciento, con un 2,9 y un 2,4 por ciento para los bienes de equipo y la construcción. Además, el saldo exterior fue de tres décimas negativo.

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