
Platinum Equity, firma de inversión global con aproximadamente 50.000 millones de dólares en activos bajo gestión, acaba de acordar su cuarto dividendo en Urbaser desde que compró el gigante de residuos. El fondo que tiene al frente Tom Gores, dueño de los Detroit Pistons, ha acordado retribuir al accionista con otros 15 millones de euros, que, sumados a otros dividendos, supone ya recuperar haber ingresado más de 500 millones de euros con esta estrategia de remuneración.
La empresa "comunica el reparto de un dividendo por una cantidad total de 15 millones de euros en favor de su accionista único, Luna IV Servicios Ambientales SLU. La distribución se ha realizado con cargo a reservas de libre disposición", explica en el hecho relevante con fecha del 30 de mayo.
Se trata del cuarto dividendo que el fondo estadounidense ha llevado a cabo en la empresa española desde que hay registros. El de mayor importe fue aprobado en noviembre de 2023 y ascendió a 444 millones de euros. Un año después repitió la jugada por partida doble y aprobó dos dividendos más por 19 y 24 millones en marzo y julio, respectivamente.
La última decisión, remitida en las últimas horas ante el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), llega en la recta final por la compra de la compañía, cuyos únicos protagonistas para resolver el desenlace son los fondos EQT y Blackstone. Ambos postores van de la mano después de haberse impuesto a otros grandes inversores como KKR, ADQ o Macquarie. Otros interesados como I Squared también quedaron descabalgados de esta carrera.
Precisamente, Infralogic, medio especializado en fusiones y adquisiciones, ha apuntado a que la empresa presidida por Fernando Abril Martorell se ha acercado a los bancos para solicitar una recapitalización de dividendos de 1.000 millones de dólares a medida que la oferta conjunta del fondo sueco y el grupo inversor estadounidense.
Otros medios también han apuntado en las últimas horas a que el proceso se habría tensionado ante una rebaja en el precio de compra inicial. La propuesta actual de estos dos fondos, que están siendo asesorados por JP Morgan y UBS, es pagar 300 millones menos (un 5%) respecto a los que pusieron encima de la mesa en la segunda quincena de marzo (5.000 millones).
La situación avanza sin que se esclarezca el futuro de la compañía, sobre todo si se tiene en cuenta que el pasado 22 de abril expiraba el derecho de exclusividad de ambos ofertantes. La incertidumbre responde a los efectos que la política arancelaria está teniendo en la industria de las fusiones y adquisiciones (M&A), sobre todo en aquellos procesos de gran magnitud que requieren un alto grado de apalancamiento.