Capital Riesgo

Los fondos pelean por un botín de 1.000 millones en la distribución dental

Una clienta en una clínica. iStock
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La próxima parada apunta a Europa. Esto es lo que parece definir el futuro de la distribución del sector dental español ante la falta de competidores con suficiente volumen como para que sean atractivos para iniciar una operación.

Pero eso no significa que esta industria no continúe estando atomizada. Según los últimos datos de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en España hay hasta 78 compañías dedicadas al sector dental, que mueve alrededor de 1.000 millones de euros al año y que tuvo un crecimiento del 1,8% respecto al año anterior. Pero comparado con el resto de sectores relacionados con la tecnología sanitaria, este es, sin duda alguna, el que más representantes tiene. Tan solo el de sistemas de información clínica le puede seguir en este aspecto, con hasta 57 empresas dedicadas a la modernización de las infraestructuras hospitalarias y ambulatorias.

Aun así, dentro de esta variedad, a los grandes grupos no les queda mucho más mercado donde pescar dentro de España. Así lo detalla Javier Poveda, socio de Almond Capital y el que hasta hace apenas un mes era CEO de Dental Iberica, la última gran adquisición en el sector ejecutada por Dent&Co, el fondo de Miura Partners. Aproximadamente el 50% de la cuota de mercado de la distribución en el sector dental lo ocupan "pequeños depósitos, con menos de tres millones de euros de facturación y que vende, generalmente, a nivel local", explica Poveda. Estos son, según detalla Luis Herrero, Head of M&A - Healthcare & Life Sciences de BDO, unos 1.500 distribuidores.

Con todo ello, el recorrido del crecimiento inorgánico en España parece grande, pero Poveda no cree que sean los grandes players del mercado los que vayan a adquirir directamente a estas pequeñas empresas. "Tras la operación de Proclinic no anticipamos, en el corto plazo, nuevas operaciones de gran envergadura lideradas por el capital privado. No obstante, sí esperamos que el proceso de consolidación continúe a través de la integración de actores más pequeños dentro del sector", explica Herrero.

Mientras tanto, compañías como la propia Proclinic, Henry Schein, o DVD, apoyadas por fondos de capital riesgo, están mirando a operaciones paneuropeas para no estancarse en crecimiento. Estos ya ocupan casi el 40% de cuota de mercado a nivel nacional. Por suerte para ellos, el fenómeno de concentración no solo está presente en España "sino a nivel global", declara Marta Acitores, directora de Transacciones en Deloitte. No obstante, los fondos han encontrado en este negocio "un entorno dinámico, competitivo y orientado al valor añadido, no solo transaccional", añade Acitores.

Y es que, según las fuentes consultadas, la distribución en el sector dental tiene un gran atractivo para los fondos. Además del "potencial de consolidación", Acitores incide en el envejecimiento de la población como otra de las claves para el auge de este negocio, ante "una mayor demanda de servicios y productos". Herrero también apunta a la posibilidad de maximizar las inversiones gracias a la capacidad de digitalización que tiene el sector para mejorar la eficiencia operativa. Poveda subraya otros aprovechamientos, como establecerse en territorios concretos o el acceso a grandes cuentas, entre otros.

Estos fondos, según coinciden tanto Poveda como Herrero, tienen unos horizontes de salida de "entre cinco y siete años", comentan a este medio. Pero ambos también remarcan que las aventuras del capital privado suelen alargarse en este sector. Poveda aclara que "con la llegada de los fondos de continuación, las inversiones se extienden entre dos y tres años más hasta que se den las condiciones de mercado idóneas". Por ello, "previsiblemente se completará este año el periodo de inversión de algunos de ellos, por lo que esperamos que se produzcan movimientos que reconfiguren el panorama competitivo del sector", anunció Andrea Correa, responsable de Sanidad para Corporate Finance en KPMG en España.

Pero tanto él como Herrero indican que cada caso es un mundo, como el caso de Miura con Proclinic. La compañía, instalada a día de hoy en España –su mercado principal–, Portugal, Francia, Italia y Polonia, quiere seguir expandiendo su presencia por el resto de Europa para que la dependencia al negocio español se diluya.

Consolidación de las clínicas

La atomización tiene los días están contados, pero no solo para los distribuidores, sino también para sus clientes directos: las clínicas. Y es que, según el último informe de PwC para la Fundación Idis, el 94% de las clínicas –21.476 en total– son independientes, perteneciendo apenas el 6% a grandes corporaciones –1.329 establecimientos–. La concentración en grandes grupos, a priori, irá más por este terreno, siendo acompañada por los distribuidores: "Las primeras consolidaciones por parte de las clínicas requerirán de proveedores con mayor escala", estima Poveda.

Estas clínicas "ya están inmersas en un proceso de consolidación", indica Herrero. Cada vez son más frecuentes los grandes grupos, como Vitaldent (Donte Group), que buscan ganar escala para ganar poder de negociación con el siguiente escalón de la cadena: las aseguradoras. Estas compañías no parten de una misma situación, ya que entre apenas los cinco primeros grupos controlan el 75% de la cuota de mercado del ramo de salud, según los últimos datos de la consultora Icea, por lo que están en una mejor situación para negociar las tarifas con los prestadores de servicios (ambulatorios, centros médicos, clínicas, hospitales...).

De hecho, han sido varias las que han optado por un modelo de integración vertical, incluyendo en el negocio asegurador su propia red de centros médicos y hospitales. No es el caso de la compañía más grande en salud, Adeslas, pero sí el de otras como Asisa, con su propio grupo hospitalario –HLA– o el de Sanitas, que además de estar en una fase de expansión en hospitales, también compra clínicas dentales y residencias. Pero dentro del negocio asegurador, según las fuentes consultadas, no entra el seguir extendiendo sus redes más abajo en la cadena de valor: "Es poco probable que así lo hagan. Se trata de un negocio alejado de su área de especialización. En todo caso se centrarán en diversificar la oferta de servicios al paciente en lugar de una integración más profunda", argumenta Herrero. "Para las aseguradoras no tiene sentido adquirir una distribuidora", desvela Poveda. Tampoco para las clínicas, ya que "el coste del material supone alrededor de un 10% y un 20% del total, siendo el gasto más importante el de personal. Por lo que para estas empresas es más importante una solución para tener el producto disponible y a tiempo que intentar arañar en precio", añade el experto de Almond Capital.

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