
One Shot, participada por el fondo de capital privado Nazca, los hermanos Solís y el fundador de la compañía Luis Felipe Mendieta, ha refinanciado su deuda con Deutsche Bank y ha sacado de su pool de acreedores a la empresa pública Cofides (Ministerio de Economía), con motivo de la cancelación de la deuda contraída tras la pandemia del coronavirus, de acuerdo a las fuentes consultadas por elEconomista.es.
La cadena de hoteles boutique busca así abaratar su endeudamiento y centrarse en su plan de crecimiento, que se ha ralentizado tras la Covid-19, pero apunta a cumplir sus metas entre 2026 y 2027.
Las voces consultadas apuntan a que la renovación de la deuda de One Shot se ha llevado a cabo con una combinación de la firma de nuevas líneas de crédito con Deutsche Bank y, en paralelo, una ampliación de capital que ha sido suscrita por todos los socios de la cadena, por lo que el reparto de fuerzas sigue siendo el mismo entre Nazca (40%) y el resto de socios (60%).
Una de las razones que ha empujado a la empresa a recomponer su pasivo es el elevado interés pagado por la deuda contraída con el Fondo de Recapitalización (Fonrec), el vehículo que Cofides desplegó para proteger a las empresas golpeadas por la pandemia y que sirvió para financiar a más de medio centenar de compañías.
Con todo, la meta de One Shot ahora es acelerar para cumplir con su plan de crecimiento, que marca pasar de unos ingresos actuales de 30 millones de euros a 45 millones y un ebitda de 15 millones (actualmente son ocho aproximadamente).
Para ello, la empresa está inmersa en un listado de aperturas de nuevos establecimientos en España y Portugal que le llevarán a doblar su número de habitaciones: Hotel One Shot Bilbao (60 Habitaciones), Hotel One Shot Palacio del Retiro (60 Habitaciones), Hotel One Shot Plaza Mayor (120 Habitaciones) y Hotel One Shot Lisboa Liberdade (44 Habitaciones). Todos estos establecimientos son de cuatro estrellas.
En una segunda fase podría llegar la apertura de nuevos mercados internacionales en Europa, como Alemania e Italia, si bien esta posibilidad es todavía remota.
El sector y la pandemia
One Shot, que recibió créditos públicos para financiar su expansión tras superar el rating de la agencia Inbonis y elaborar un plan de negocio justificativo con KPMG, fue una de muchas hoteleras que solicitaron financiación al Estado después de que la pandemia hundiera los ingresos del sector por las limitaciones de circulación, primero, y de horario y aforo, después.
Otras compañías hoteleras de mayor tamaño pidieron ayuda a través del fondo habilitado por la SEPI, dirigido en este caso a grandes empresas con necesidades que superan los 25 millones de euros. Tal fue el caso de Room Mate, Hesperia, Vincci, Silken y Blue Sea, entre otros. Otras cadenas como Hotusa desbloquearon grandes cantidades de dinero y, con la recuperación del sector, también han podido amortizar anticipadamente su deuda.