Valencia / Madrid
El fondo soberano de Abu Dhabi suelta amarras en una de sus inversiones en el sector alimentario español. Mubadala Investment ha llegado a un acuerdo para salir del gigante de la acuicultura Avramar Seafood y traspasar su participación a su otro gran socio, la gestora estadounidense de fondos Amerra Capital, habituada a operar con una estrategia de private equity, deuda privada y situaciones especiales. El grupo, el mayor del Mediterráneo dedicado a la producción y cría de lubina, dorada y corvina, tiene su sede en Valencia. La toma de la participación podría ser el preludio de una posterior venta, habida cuenta de que la compañía sigue buscando comprador, al menos, para su negocio en Grecia.
El socio árabe mantenía el 43,08% de Avramar, formado precisamente a partir de la fusión de varias empresas dedicadas a distintas fases de esta actividad: desde la reproducción a alevines, las granjas marinas, el procesado del pescado e incluso la producción de pienso para estos peces. Una estrategia con la que Mubadala y Amerra buscaban convertirse en el líder europeo en estas especies de pescado e igualar el tamaño de los grandes criadores de salmón.
Sin embargo, aunque Avramar supera los 450 millones de euros de negocio al año, la elevada deuda para afrontar ese crecimiento mediante compras y el desplome de la rentabilidad -por la propia pandemia y por la crisis inflacionista que disparó los costes de producción- llevaron a sus dueños a poner en el mercado su participación en Grecia. Para esta misión se mandató a la consultora Deloitte.
Con más de 1.000 millones de dólares bajo gestión, Amerra Capital es un gestor de activos de la agroindustria. Tiene sede en Nueva York (Estados Unidos) y su historial de operaciones se resume en un total de más de 380 inversiones con un valor agregado superior a 5.700 millones de dólares. La gestora ya había asumido un papel más relevante en la gestión de Avramar y parte del equipo directivo de la firma de acuicultura procedía de sus propias filas.
La operación aún está pendiente de recibir el visto bueno de las autoridades de competencia, precisamente por su fuerte presencia en distintos países. La desinversión por parte del fondo árabe se ha producido a la vez que el grupo alimentario diseñaba un plan de reestructuración de su actividad para poder cerrar la refinanciación de su deuda.
En el caso de su división española, en febrero cerró un acuerdo con las entidades bancarias que le ha dado aire, al garantizar el mantenimiento de sus líneas de circulante por casi 40 millones de euros durante al menos cuatro años más. Eso sí, para ello tuvo que cerrar algunas de sus granjas marinas y desprenderse de parte de sus activos de biomasa animal. Una reestructuración que generó unas pérdidas "excepcionales" de 20 millones de euros en la filial española el año pasado, según recogió en sus últimas cuentas disponibles.
La pata de negocio en España
El negocio de Avramar en España incluye dos criaderos de alevines en Castellón y Murcia, además de tres grandes granjas en el mar en la costa de Calpe, El Campello y Villajoyosa en Alicante. Unas ubicaciones con la que ha buscado seguridad frente a las posibles inclemencias meteorológicas, como el temporal Gloria en 2020 que provocó la pérdida de la mayoría de su producción de su antigua granja en Burriana (Castellón). También incluye una planta de procesado en Castellón y las oficinas de su sede central en Valencia.