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Iker Marcaide: "Hay un giro del apetito inversor hacia empresas no sólo tecnológicas"

Iker Marcaide, fundador y socio de Zubo Group y CEO de Matteco. Foto: Guillermo Lucas
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El valenciano Iker Marcaide cofundó PeerTransfer en 2009 en Boston, una plataforma de pagos inicialmente para las matrículas de estudiantes internacionales, que saltó a otros sectores y se convirtió en un 'unicornio' al salir a cotizar al Nasdaq como Flywire. Marcaide es uno de los protagonistas del ecosistema emprendedor valenciano al impulsar nuevos proyectos y alianzas como la de su último fondo de impacto, en que ha entrado Angels de Juan Roig. Ahora ha retomado la gestión empresarial como CEO de Matteco, una 'spin off' que con 15 millones de inversión proveerá a los fabricantes de los electrizadores de hidrógeno verde.

Logró el éxito con Peer Transfer-Flywire cuando en España casi no se hablaba de startups, ¿Hoy en día sería posible crear una empresa así en España?

Cuando yo la monté en 2009 estaba viviendo en Boston. Era una empresa de Estados Unidos con orígenes españoles, aunque es verdad que los inversores fueron en su mayoría americanos. Cuando la creamos estábamos pensando en clientes en universidades, por eso también tenía mucho sentido estar allí. En estos 15 años el ecosistema de startups en España ha madurado en gran manera. Me gusta decir que hoy puedes montar proyectos globales y ambiciosos desde cualquier rincón del mundo mientras estés conectado con el mundo. Y en niveles de inversión estamos también en volúmenes que indican madurez. Cuando más puede condicionar la ubicación es en las rondas iniciales de financiación, porque para aportarte valor tus inversores te tienen que presentar a gente, hablar contigo y lo natural es que estén ubicados en el mismo lugar. Pero cuando te vas ya a rondas mayores, el tipo de inversión ya es más internacional y la ubicación no tiene tanto peso.

Dejó la gestión de la startup en una fase de éxito. ¿Cuándo y cómo se elige el momento para dar ese paso atrás?

Cuando montas una empresa lo que te empuja como emprendedor es un propósito, un gran problema que quieres resolver. En mi caso era que aquellos que tenían menos ahorros y no tenían poder de negociación con los bancos pudiesen tener unas condiciones más justas. En cuatro años Peer Transfer se convirtió en líder global en pagos educativos. Esa etapa me ilustró sobre lo que es posible y lo que no. Y lo que está claro es que uno puede ser CEO de una empresa, pero no puede ser CEO de varias empresas a la vez. En mi caso al hecho de que la empresa ya tenía mucha inercia con un equipo bien construido se unió el nacimiento de mi hijo, con lo que mi centro de gravedad pivotó a Valencia, y que quería usar las empresas como un instrumento para resolver los retos en los que vivimos en la vida diaria en general. Vi que tenía más sentido ser cofundador que CEO y fue como se inició mi segunda vida profesional.

Fue entonces dio el salto al otro lado, como impulsor de emprendedores e inversor, con Zubi Labs primero y Zubi Group después.

El punto de partida hace 10 años era: vamos a utilizar las empresas para resolver retos que vemos tanto sociales como medioambientales. Y para ello planteamos crear una plataforma que permita movilizar talento y movilizar inversión. Empezamos desde una acción muy local, el primer proyecto fue el colegio Imagine Montessori, de ahí pasamos al proyecto del barrio ecosostenible de La Pinada y hemos dado pasos de una forma natural y órganica a buscar soluciones a problemas que no estaban resueltos. Eso ha dado pie a nuevas empresas, como construir edificios de madera con Woodea o cómo evitar que los residuos acaben en vertederos con CoCircular. Y dentro de esa evolución, con el Covid vimos que esa necesidad no sólo se podía hacer creando empresas sino también invirtiendo en terceros.

¿Cómo se articulan esas inversiones y en que sectores están desarrollándolas?

Hemos puesto los cimientos en cuatro grandes áreas. Además del emprendimiento, a través de su nuestro venture para inversiones de impacto, Zubi Labs; y de la educación con Zubi Education, otro es el desarrollo de entornos urbanos sostenibles, con Zubi Cities; y también la inversión, con Zubi Capital. Estamos trabajando en inversión en proyectos de cambio climático, economía circular, eficiencia energética, nuevas fuentes de energía, educación, salud y biodiversidad. En estos 10 años hemos sido muy activos a nivel nacional y ahora estamos empezando en un plano más global, con un primer proyecto en Alemania, Ikosia, una startup de eficiencia energética, en el que somos cofundadores.

¿Cuál es el volumen invertido en estos años?

En estos diez años hemos invertido unos 60 millones de euros en proyectos de impacto. En total participamos en 13 empresas que van de la alimentación sostenible a la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono, que tienen más de 170 trabajadores.

Zubi Capital ha lanzado hace poco un nuevo fondo de impacto en el que ha entrado Angels, de Juan Roig, ¿cómo lo ha conseguido?

Marina de Empresas, el ecosistema emprendedor de Juan Roig, está jugando un papel más allá de sus proyectos propios de acompañar a proyectos como el nuestro. Es aunar y sumar fuerzas. Se trata de un equipo que nos conocemos desde hace años y eso siempre es un punto positivo.

¿Tienen otros co-inversores en ese nuevo fondo y han realizado las primeras inversiones?

Nuestro co-inversores suelen ser family offices, inversores institucionales y particulares, en función del riesgo y el tipo de activos. El fondo está enfocado para ser el primer inversor profesional en startups en una fase inicial. Hemos entrado en firmas como Causal, un software para mejorar las estrategias y las acciones para combatir el cambio climático con los ciudadanos, Recovo para extender la vida útil de productos textiles o Bia.Power, para optimizar el consumo de los puntos de recarga del coche eléctrico.

¿Qué es lo que más valora a la hora de elegir esos proyectos de emprendedores donde invertir?

Lo primero es el propósito social y ambiental y el alineamiento del equipo fundador con esto. Al final te das cuenta que lo que te ayuda a levantarte cuando te caes es el porqué estás lanzando ago. Si estás convencido y motivado te levantarás las veces que haga falta. Como inversor lo primero que te aseguras es lograr un equipo invertible. Luego la capacidad de crecimiento y la oportunidad de negocio, el modelo y el atractivo de mercado. Además de las tendencias macro,

Pone el foco en el impacto de los proyectos, ¿es compatible con la rentabilidad?

Nosotros no invertimos en impacto renunciando al retorno financiero, buscamos el impacto social y ambiental simultáneamente con los retornos de mercado. Eso se construye cuando tienes el viento a favor de regulaciones y tendencias que están empujando el mundo en una dirección. Ambos son compatibles. Si en un extremo está la filantropía y al otro el retorno sin tener en cuenta aspectos medioambientales y sociales, entre ambos hay todo un abanico. Y desde Zubi buscamos retornos de mercado porque pensamos que esa es la forma de movilizar capital más rápidamente hacia estos retos.

Su última apuesta personal es el fabricante valenciano de tecnología de hidrógeno verde Matteco.

Hemos unido fuerzas con un equipo que llevan 10 años investigando en este campo. He tomado un papel mucho más activo directamente porque siempre procuro orientar mi tiempo en aquello que creo que más impacto puede generar. Y en estos momentos creo que es liderar Matteco. Es un proyecto de carácter industrial, no es sólo desarrollar nuevos materiales, es ver como los industrializas y como lo puedes vender y hacer escalable.

¿En qué fase están, ya se están comercializando sus equipos?

Estamos vendiendo a clientes en Asia, Europa y Norteamérica que están comprando y testeando e integrando en sus equipos. Son fabricantes de electrolizadores para los que fabricamos catalizadores y electrodos, que son un elemento crítico en los equipos para producir hidrógeno verde. Matteco es una de las herramientas que puede facilitar reducir el coste de la producción de hidrógeno, al reducirlo hasta un 20%. Esperamos que en un par de meses la fábrica estará abierta aquí en Valencia.

¿Darán entrada a otros inversores?

Estamos planteando la forma de crecer a futuro, no lo descartamos.

En los últimos meses algunas de las startups valencianas más relevantes han pasado por dificultados, como Jeff ¿Cómo ve el panorama de las startups en general?

Es cierto que la subida de tipos ha tenido una influencia y ha ralentizado la inversión. Ha puesto más complicada la vida a cierto tipo de empresas y ciertos sectores. En el caso de empresas de impacto, centradas en clima y descarbonización, no se ha notado tanto. Es natural un cierto efecto acordeón en cualquier tipo de empresa, más en modelos de negocio que son muy dinámicos como startups. Pero creo que con el tiempo hay una mayor consciencia de ir a modelos de negocio que deriven en una cuenta de resultados. Que no sólo vendas, que vendas con un margen que pueda derivar en ebitda. Veo que los modelos de crecer la base de usuarios y financiar el crecimiento son modelos más agotados. También las valoraciones disparadas de empresas tecnológicas han incrementado el 'gap' respecto a otro tipo de empresas que pueden ser rentables pero no se veían como startups, ha habido un giro del apetito inversor a otras empresas no sólo tecnológicas. Al final se reduce a invertir en empresas que tienen sentido.

¿Qué consejos daría a alguien que se plantea emprender?

Cada vez estoy más convencido de que hay que emprender en torno al propósito que a uno le motiva. Se pueden montar muchos tipos de negocio, pero el porqué es fundamental. Veo la empresa como una forma de transformar la realidad y es fundamental saber hacia donde quieres transformar su realidad.

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