
Fernando de Castro inició su carrera profesional en el bufete Uría Menéndez para más tarde pasar a formar parte del área de restructuring del banco de inversión Houlihan Lokey en 2015, un año marcado por una avalancha de grandes reestructuraciones en España. Sus credenciales le valieron para ingresar más tarde en el fondo de private equity estadounidense HIG Capital, cubriendo desde Londres inversiones en situaciones especiales a nivel global. Actualmente lidera la expansión del fondo de litigios Claimbnb, dirigiendo la apertura de su nueva oficina en el barrio de Almagro en Madrid. De Castro atendió a elEconomista.es el pasado 14 de febrero en su primera entrevista desde su nueva sede.
Resúmanos qué es Claimbnb y cuál es su propósito como fondo de litigios en España
No somos un fondo al uso, como los que puedan existir en el extranjero que se dedican única y exclusivamente a financiación de litigios, sino que invertimos en todo tipo de activos legales, ya sean litigios, arbitrajes sui generis o situaciones particulares donde identificamos riesgos legales, los valoramos y damos un precio por ellos. Evidentemente el más conocido es el litigation finance, que en sentido estricto se circunscribe única y exclusivamente a financiar los costes legales derivados de un litigio. Se da el caso de que en España los costes legales son mucho más bajos que en el resto de países del entorno -salvo la excepción de Italia y Portugal- y, en comparación con el mercado estadounidense, no existen los punitive damages. Por todo ello, para poder invertir tickets que sean de un tamaño relevante no nos podemos dedicar solo a fondear los costes del litigio, sino que tenemos que invertir en el activo legal en su sentido más amplio.
¿Qué les diferencia con otros proyectos?
Así es, y hacemos trajes a medida para situaciones particulares, valorando también otro tipo de garantías que se puedan aportar para estructurar la inversión de diversas formas, incluyendo algún tramo de deuda adicional a nuestra inversión en litigación. Nos centramos en saber qué necesita el despacho de abogados o la empresa demandante e intentamos darle solución. Nos posicionamos no solo como un socio financiero, sino también como un socio operativo para que el demandante se pueda centrar en su core business. La palanca de ofrecer liquidez puede ser la más atractiva y diferencial, pero no es la única.
Me consta que "invierten en todo tipo de litigios o arbitrajes que tengan viabilidad jurídica". ¿Qué análisis hacen para determinar o descartar si existe esa viabilidad?
Nuestra tesis de inversión es apostar por activos con una viabilidad jurídica y en los que pueda haber un evento de liquidez probable. Lo único que necesitamos es que el litigio sea viable jurídicamente, y la contraparte solvente. El análisis se realiza a varios niveles: jurídico, que realizamos internamente y luego se valida con una opinión legal externa; fáctico, porque siempre nos posicionamos en aquello que creemos que es justo, y financiero, analizando la solvencia de la contraparte o calculando ese posible evento de liquidez o garantías que pueda haber y que hagan atractivo el activo legal.
¿De qué lado se posicionan habitualmente las firmas de litigation funding?
Pueden estar en ambos lados. Es cierto que la amplísima mayoría se sitúa en el lado demandante o en aquel que tiene una futura expectativa de flujo de caja vía litigio, acuerdo transaccional o cualquier otra. Pero también existen situaciones injustas en las que se está llevando a cabo un proceso judicial que pueda conllevar un futuro impacto negativo en el flujo de caja, y, en este sentido, también hemos ofertado ciertos productos que puedan cubrir esas situaciones. Si bien es cierto que el "precio" es más alto que en una financiación bancaria o alternativa, no es comparable porque nuestra inversión suele ser a fondo perdido. Nuestra inversión es más comparable con la que hace un private equity, ellos compran empresas y nosotros compramos riesgos legales. La ventaja que ofrecemos con respecto al capital privado es que nosotros no provocamos dilución en la estructura accionarial y preservamos todo el valor de la empresa para los demandantes, asumiendo un riesgo muchas veces binario.
¿Qué empresas recurren más a este tipo de servicios? ¿La decisión de explorar este producto financiero se está extendiendo entre las compañías españolas y sus directivos?
Empezamos viendo que quienes mayores necesidades tenían eran los demandantes individuales (personas físicas) o pymes con escasos recursos o que no podían asumir incertidumbres a futuro. Pero por el camino hemos visto que las empresas medianas y las grandes compañías también necesitan este tipo de producto y ahora mismo son nuestro principal target. Las empresas no tienen como core business el litigar o gestionar litigios, sino producir bienes o prestar servicios. Externalizar estos procesos permite centrar todos sus recursos en aquellas tareas estratégicas que les hacen diferenciales y por las que obtienen más valor. Nosotros transformamos riesgos legales que implican un reflejo contable negativo (por ejemplo, costes en la cuenta de pérdidas y ganancias o provisiones en balance por potenciales costas adversas) en un activo. Además de cubrir costes financieros, cuando monetizamos una reclamación se genera un ingreso extraordinario que supone una entrada de caja y liquidez en balance que se puede emplear en actividades como producir nuevos productos, I+D, ampliar plantilla o mejorar sus condiciones, o simplemente remunerar a los accionistas repartiendo dividendos.
Claimbnb está en proceso de levantar su tercer fondo ¿Cuál será su tamaño?
El objetivo que tenemos es alcanzar los 50 millones de euros. No tanto por la cantidad en sí, sino porque estamos encontrando oportunidades de inversión para invertir incluso más de 5 millones de euros por caso, si bien no queremos dejar de dejar de atender el mercado mayoritario en España en inversión en litigación, que son tickets de inversión mucho más pequeños (por debajo del millón de euros).
¿Qué tipo de inversiones tienen previstas para el tercer fondo?
Por nuestra experiencia hemos identificado tres pilares en nuestra estrategia de inversión. El primero de ellos es el que ya hemos venido atacando: litigios singulares (incumplimientos contractuales, reclamaciones de cantidad o de daños, reclamaciones de competencia o de propiedad intelectual…). En resumen, cualquier tipo de desavenencia en la que haya dos partes, mayoritariamente empresas, y que requiera de un análisis sui generis y no estandarizable. Son riesgos binarios donde no están tan presentes otro tipo de players como fondos de crédito o hedge funds.
En segundo lugar, daños por derecho de la competencia. Principalmente cárteles, competencia desleal o abuso de posición dominante. Cualquier tipo de activo legal distinto a los otros dos. Incluye monetización de sentencias o laudos, cobertura de costas adversas, situaciones variadas con la Hacienda Pública… Es una suerte de cajón de sastre en el que se incluye cualquier riesgo legal. El segundo y el tercer pilar son más estandarizables y pueden generar un mayor volumen de casos, por lo que inversores no especializados en riesgos legales pueden tener presencia.
¿Qué historial de operaciones atesora Claimbnb hasta el momento?
En total hemos cerrado inversiones en 32 casos distintos, de los cuales 24 han sido en España, 7 en Latinoamérica y uno en Estados Unidos. Los tickets invertidos desde el primer vehículo están por debajo de los 500.000 euros, y el ticket más grande comprometido hasta la fecha supera los 4 millones de euros.
¿Quiénes son los inversores de un fondo de litigios como Claimbnb?
Los limited partners (LPs) del primer vehículo eran en un 50% profesionales del mundo jurídico y financiero, porque tenían que entender bien el producto. El otro 50% restante lo conformaban inversores institucionales. Ya en el segundo casi el 90% del capital vino de inversores institucionales y el 10% restante de inversores profesionales que participaron en el primer vehículo y querían reinvertir al estar satisfechos con los resultados.
¿La previsión para este tercer fondo es que se mantengan estas últimas tendencias sobre LPs y peso geográfico?
Nuestro foco es España en esencia, pero podemos hacer inversiones estratégicas en el extranjero siempre que exista un ángulo en el que podamos aportar valor. Más allá de nuestro conocimiento puntual del mercado de Reino Unido, y de nuestras inversiones tácticas en Latinoamérica y Estados Unidos, nuestro enfoque es local. Las operaciones que hemos hecho en Latinoamérica o en Estados Unidos se han realizado de manera puntual porque había algún tipo de conexión con España o contábamos con algún socio local. La intención es que el peso de España como mercado de inversión del tercer fondo siga siendo prioritario y mayoritario.