Una de las grandes demandas impulsadas por la industria de la inversión ya es, por fin, realidad. La Ley de Creación y Crecimiento de Empresas recoge la posibilidad de que los pequeños ahorradores puedan invertir en fondos de capital riesgo españoles por un importe mínimo inicial de 10.000 euros. Esta cantidad no puede representar más del 10% de su patrimonio financiero y la operación debe estar respaldada por la "recomendación personalizada" de un intermediario.
La esperada rebaja del desembolso mínimo abre la puerta a la distribución del producto en el segmento retail y representa un crecimiento potencial muy elevado para el capital privado en las carteras de los pequeños ahorradores, donde su peso tradicionalmente ha sido muy residual: en torno al 2-3% en Europa según BCG. Geografías que han evolucionado la regulación antes y con cotización de fondos como EEUU, han logrado elevar el umbral al 5%.
Pese a la nueva normativa no se prevé que el peso del capital privado de un salto inmediato para alcanzar el doble dígito, ni mucho menos que compita con otros destinos de inversión tradicionales como la vivienda. Los expertos apuestan porque la exposición al activo seguirá en un dígito simple pero creciendo de forma gradual.
Ahorro familiar
Bajo estas premisas, Ignacio Serra, socio y associate director de Principal Investor and Private Equity (PIPE) de Boston Consulting Group (BCG), matiza que "dada la diferencia de tamaños relativos, aumentos pequeños en el peso del capital privado en la inversión retail supondrán un incremento significativo de la inversión en el activo. Por poner un orden de magnitud, en España el ahorro de las familias españolas en depósitos se sitúa alrededor de 1 billón de euros, mientras que la inversión anual en capital privado es inferior al 1% de dicha cantidad. Por tanto, un pequeño cambio en el destino del ahorro familiar supondría incrementos significativos tanto en inversión anual como en los activos gestionados".
"El capital privado no dará un salto inmediato al doble dígito, pero ligeros cambios en el ahorro familiar supondrán incrementos significativos"
El cambio normativo supondrá la creación de nuevos fondos y gestoras especializadas en el segmento minorista para captar el ahorro, muy castigado en el entorno actual de tipos. Noemí García, managing director del equipo de Relación con Inversores de AltamarCAM, apuesta por el formato fondo de fondos como el idóneo y, pese a los riesgos del producto, confirma que la inversión en activos privados ofrece beneficios de diversa índole al inversor minorista a la hora de construir su cartera financiera. "Históricamente ha ofrecido una prima en rentabilidad que oscila en promedio entre el 3% y 5% frente a los mercados cotizados".
Los inversores institucionales llevan décadas invirtiendo en activos privados y "existe evidencia empírica de que han obtenido muy buenos resultados". Este tipo de fondos, recuerda García, se autoliquidan conforme se van vendiendo las compañías en cartera por lo que "los inversores deben reinvertir constantemente para mantener su exposición al activo. Además, la dispersión de los retornos en los activos privados es muy elevada y, por lo tanto, resulta clave seleccionar bien el gestor y ser capaz de acceder a él, porque los mejores gestores están sobredemandados", matiza.
En el escenario actual de espiral inflacionista y subidas de tipos, los retornos superiores y menos volátiles del capital riesgo se muestran capaces de sostener la pérdida de poder adquisitivo de otros productos con enfoque en renta fija. Los datos así lo demuestran, con una rentabilidad media en las últimas dos décadas del 14% frente al 8% de la renta variable.
"La dispersión de retornos en capital privado es muy elevada por lo que resulta clave seleccionar muy bien el gestor"
Desde SpainCap, su managing director, José Zudaire apuesta porque "la democratización del capital privado ampliará la base inversora de las gestoras y hará crecer el volumen de financiación –no solo bancaria– accesible para las pymes. Es muy positivo que con gestión y asesoramiento profesional, nuevos inversores puedan incorporar el activo por primera vez a sus carteras".
Costes y riesgos
No hay que olvidar que el private equity cuenta con estructuras de costes más complejas y la información sobre sus retornos es más escasa que en el mercado público. "En la adaptación a clientes retail habrá fondos especializados y otros que dediquen tramos. Los factores a tener en cuenta serán la compatibilidad del perfil de inversión y el modelo de gobierno con los diferentes inversores", matiza el socio de BCG.
"La rentabilidad media del capital privado en las últimas dos décadas ha sido del 14% frente al 8% de la renta variable"
Las gestoras desarrollarán capacidades retail, recurriendo incluso a canales de distribución específicos o de terceros, implementarán plataformas digitales y, en general, capacidades más customer centric. Cambios que tendrán que producirse necesariamente. En cuanto a la inversión, habrá una mayor proliferación, sofisticación e innovación de productos, y de estructuras de vehículos. "También es esperable un mayor desarrollo del mercado secundario que dotará de liquidez al activo, tanto para las participaciones directas en los vehículos como con una mayor salida a cotización de fondos de capital privado en mercados organizados".