Canarias

Podemos pierde en Canarias el control de Educación

  • El Banco de España ha apuntado a una destrucción del 38% de los puestos de trabajo en Canarias
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El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), ha aceptado este lunes la renuncia por dimisión de la consejera de Educación del Gobierno de Canarias bajo el mando de la morada María José Guerra Palmero. Es la segunda renuncia de un consejero de Torres en medio de la pandemia. Esta información la adelantó El Economista el pasado 13 de mayo. La primera era de su partido y era la jefa de Sanidad, Teresa Cruz.

El problema es que si no hay centros de enseñanza a pleno rendimiento no se puede reactivar el sector servicios en un territorio donde hay más un 40% de desempleo producto de la pandemia y el paro biológico del turismoo. El Banco de España ha apuntado a una destrucción del 38% de los puestos de trabajo en Canarias. Cuando llegó a su cargo Guerra Palmero dijo que "la gran fortaleza de Canarias es que tiene una comunidad educativa que dialoga con el fin de mejorar el sistema". Eso es precisamente lo que no habría sabido ejecutar en las islas.

El motivo de la salida de Palmero hay que encontrarlo en las críticas de: padres de alumnos de Confapacanarias, centrales sindicales como Anpe y Stec, CC.OO, Juventudes Socialistas, estudiantes de Udeca y personal administrativo. Todo el frente educativo ha criticado "el caos y desorganización" del equipo de Palmero en la respuesta por la reapertura del curso escolar. Ambigüedad y falta de medidas concretas además de estar generando un organigrama paralelo al que existía en el departamento.

La exconsejera decía en septiembre de 2019 que Canarias precisaba "dar un giro al modelo de desarrollo para asumir los retos tecnológicos". Precisamente el uso de las TIC en los centros de enseñanza con compras masivas de equipamiento electrónico ha sido uno de los ingredientes que han llevado a Torres a aceptar su renuncia.

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