Canarias

Canarias aprovecha el parón para matar el turismo de cancaneo

  • Se ha logrado recuperar 40.000 toneladas de arena antes de que se perdieran en el mar
Las Palmas de Gran Canariaicon-related

El paro biológico del turismo por el coronavirus en Canarias está permitiendo reordenar la oferta al tiempo que establecer prioridades. De entrada las autoridades quieren aumentar el perfil de gasto de los visitantes. Se da la circunstancia que el turismo peninsular es menos promocionado y el que más dinero gasta. Una circunstancia que cambiará cuando se reabra la industria a pesar de las presiones de operadores alemanes. Los operadores están presionando para abrir el destino insular lo antes posible a fin de ir pagando los créditos extraordinarios a los que han accedido con avales de banca estatal alemanas. Pero, legalmente, las islas están en proceso de confinamiento y el sector hotelero no debe abrir hasta enero de 2021 para que sea un destino seguro al 100%. A todo ello, en invierno buena parte del turismo europeo que viene está formado por jubilados y representa un perfil de riesgo.

Pero a las dunas de Maspalomas, resultado de un tsunami en 1755, el coronavirus le ha sentado muy bien y en las islas, aunque tienen la tasa de incidencia más baja de España, están quedando como cuando Cristóbal Colón paró para captar agua dulce en su rumbo al Nuevo Mundo en 1492. Esta área estaba parcialmente incontrolada y eso generaba daños de imagen internacional y medioambientales por residuos como papel íntimo o plásticos. Producto del uso de redes sociales y la industria del cine para adultos, la degradación llegó hasta el punto de convertirse en una zona de alto voltaje para encuentros casuales entre turistas para realizar cruising o cancaneo. Cuando se reabra el destino estará multado y vigilado por tierra, mar y aire. Canarias no quiere ser un destino para determinados perfiles de visitantes como muchos europeos han estado creyendo hasta ahora. En Change.org hay una recogida de firmas para proteger el Espacio Natural de las Dunas de Maspalomas e impedir el paso total de turistas. Habrá restricciones de tránsito parciales para que no se dañen.

Las grancanarias dunas de Maspalomas estarán protegidas por agentes de Medio Ambiente y policías locales. Todos ellos con capacidad sancionadora, a los que se sumará un equipo de siete personas que cuidarán constantemente el enclave. El objetivo es que el público transite única y exclusivamente por los lugares previstos para ello y así sea compatible el disfrute con la protección de este campo de dunas que ha recuperado con este confinamiento su aspecto virgen de hace medio siglo.

En cuanto a las cuantías de las sanciones, variarán dependiendo de si las infracciones medioambientales cometidas son leves o graves, de modo que oscilarán entre 150 y 600 euros las más usuales, si bien ante atentados que puedan ser calificados como extracción de áridos la cuantía puede alcanzar hasta los 600.000 euros. El Plan Director del Espacio Natural Especial de las Dunas de Maspalomas ya recoge los senderos con ocho kilómetros por los que puede transitar el público y que ya están marcados con 1.500 bolardos repuestos en el marco del proyecto de recuperación Masdunas. De igual modo, han sido replantados balancones para generar nuevas dunas para reponer las que se han perdido con los años, así como la extracción de las tilapias de Mozambique, una especie exótica invasora presente en la Charca de Maspalomas.

El confinamiento no solo ha devuelto a las Dunas de Maspalomas su idílico aspecto de hace 50 años, con sus ondulaciones hasta el océano, sino que ha acelerado los resultados de este proyecto pionero en el mundo que ha llamado la atención de la comunidad científica internacional. Así, se ha logrado recuperar 40.000 toneladas de arena antes de que se perdieran en el mar para darles una segunda vida formando nuevas dunas, que hace varias décadas llegaban a setenta metros del mar y hace unos años se encontraban a doscientos metros. Las nuevas dunas se están formando a partir de la colocación de estas toneladas en el inicio del circuito que forma el viento con la arena y con la repoblación de balancones para atraparla. A este plan, la naturaleza sumó una sorpresa, y es que la arena extraída de la Punta de la Bajeta fue repuesta por la dinámica de las mareas, ya que al subir llevaba arena a las zanjas, y al bajar la dejaba en ellas hasta que acabó rellenando el espacio.

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