
Escalada, parapente, caída libre… Éstos y otros deportes extremos se pueden practicar entre riscos volcánicos, puentes, precipicios y barrancos de las Islas Canarias. Un destino que, además de sol y playa, regala a sus invitados grandes dosis de adrenalina en pequeños paraísos naturales. Canarias es meca de peregrinación de numerosos turistas de todo el mundo que acuden al archipiélago en busca de unas vacaciones de sol y playa, aunque también lo es de aquellos que buscan vivir una experiencia extrema con deportes como escalada o parapente.
Este destino alberga 30 enclaves naturales acreditados para la práctica de estos deportes, y que son escenarios incomparables por su formación volcánica y su orografía, diseñada a base de escarpados relieves que invitan a disfrutar de la emoción y la naturaleza en estado puro. Son, precisamente, sus condiciones geológicas las que ponen a este destino en el punto de mira de los valientes que viajan para correr, saltar, volar, pedalear, escalar y poner a prueba su valentía entre bosques, volcanes y barrancos de vértigo. Por todo ello, hoy nos adentramos en el archipiélago canario para descubrir algunas propuestas con un equilibrio perfecto entre naturaleza, deporte y ocio.
Rutas de parapente
La primera de nuestras propuestas es despegar en parapente o ala delta en cualquiera de las siete islas, en las que soplan vientos alisios que proporcionan una fuerte propulsión en el aire. Esta modalidad regala estupendas panorámicas sobre las playas, laderas, barrancos y cumbres que salpican las islas. Por ejemplo, en el norte de Lanzarote, la zona perfecta para practicar el vuelo clásico arranca desde el risco de Famara; mientras que Tenerife, por su parte, cuenta con puntos como Izaña, La Corona y Taucho, ideales para disfrutar de los vientos alisios a 2.200 metros de altitud.
Los Giles y Las Coloradas constituyen los mejores enclaves de Gran Canaria para practicar y contemplar los vuelos, que se desarrollan sobre playas y bahías. También en la isla de La Gomera, con Hermigua, o El Hierro, con Dos Hermanas, se dan las condiciones óptimas para 'volar' por la orientación del terreno en sus puntos de despegue -con distintas cotas de altura-. Terminamos en La Palma, cuyo punto de vuelo más frecuentado se encuentra sobre la playa de Puerto Naos, al oeste de la isla, donde se puede subir a más de 1.000 metros de altitud. También en Puntallana, al nordeste, se disfruta de fantásticos vuelos sobre paisajes de plataneros y palmeras.
Puntos de escalada
El diseño volcánico de las islas hace de éste un escenario de gran diversidad de roca que es perfecto para disfrutar de un día de escalada. Los que optan por Tenerife se encuentran con un destino cuenta con cuatro grandes enclaves para disfrutar de esta disciplina deportiva. Están, por ejemplo, las paredes volcánicas del risco de Guaria, famoso por albergar especies amenazadas como el halcón tagarote; y el paraje natural de Las Cañadas, ubicado en el Parque Nacional del Teide, junto al pico más alto de España. También se puede escalar en las montañas frondosas del Parque Rural de Anaga; y en el municipio de Arico, atravesado por pinares y barrancos.
Si nos vamos a Gran Canaria podemos encontrar más de 400 rutas de escalada repartidas por acantilados rodeados de pinares, como sucede en el Parque Natural de Tamadaba. Aquí, Turismo de Canarias también propone disfrutar del valle de Las Mil Palmeras, en el barranco de la localidad de Fataga, donde se fusiona la vegetación con el basalto rojizo de las paredes rocosas; y del caserío de Ayacata, en las cumbres centrales de la isla. También La Gomera, La Palma y Fuerteventura presumen de escenarios dignos de este deporte, como el emblemático Roque Cano, con paredes que alcanzan los 250 metros de altitud; Las Peñitas; o el barranco del Agua, un espacio natural protegido que agrupa "las mejores muestras de cardonal existentes en la isla". El rope jumping, o saltos de caída libre, es otra de las propuestas deportivas más demandadas en Canarias, una actividad que se desarrolla en el punto medio de una cuerda tendida sobre un barranco, entre dos montañas.
Son muchos los puntos entre riscos volcánicos, puentes, precipicios, barrancos y saltos -de hasta 80 metros de caída libre- que se reparten por el archipiélago, aunque son Tenerife y Gran Canaria las islas con mayor número de enclaves apropiados para la práctica de este deporte. En la primera, hay espectaculares puntos en Araya, Tabares, Jover, El Palmar y Piedra Hincada; mientras que en la segunda, los saltadores desafían al vacío en El Juncal, El Horno, El Guincho, El Berriel y Chira.