
Las autoridades de Canarias han pedido al Gobierno central el establecimiento de servicios mínimos en el negocio aéreo. El territorio donde primero apareció en España el coronavirus Covid 19 ha reclamado al Ejecutivo central que restrinja el movimiento de pasajeros por los aeropuertos de las islas "al imprescindible", básicamente a desplazamientos sanitarios y al retorno de ciudadanos a su casa. Solamente que estén todos sus aeropuertos y aeropuertos se mantengan abiertos, pero con el fin de garantizar la entrada de suministros para la población.
Este lunes, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha asegurado que "el turismo es una actividad que tenemos que sacrificar evidentemente" y abogó por tomar una posición europea conjunta que pasará "por ir cerrando fronteras". "Se están tomando algunas decisiones ya que indican que, evidentemente, todo pasará por ir cerrando fronteras para evitar el pase de turistas o de personas que en la frontera, más allá del trabajo que hay que proteger, hagan turismo y evidentemente hagan más débiles las medidas que estamos tomando", explicó el ministro.
Por su parte, a Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias se ha puesto en contacto este lunes con los responsables de la aerolínea Vueling para exigirles que reubique en otros vuelos a los canarios afectados por las cancelaciones masivas de la citada aerolínea. En un comunicado, la Consejería ha exigido a los responsables de la compañía que a la mayor brevedad se reubique a los pasajeros residentes en Canarias y que se encuentran en diferentes aeropuertos de la península para garantizar su llegada al archipiélago lo antes posible.
El consejero Sebastián Franquis ha mostrado su preocupación por las incomodidades y perjuicios que están sufriendo estos residentes en las islas y ha dado las instrucciones oportunas para que desde la Consejería y Vueling se articule una solución "lo más eficaz y breve posible". Vueling ha cancelado los vuelos que tenía previsto operar entre Canarias y la península, lo que ha provocado que cientos de residentes en las islas se hayan quedado sin posibilidad de regresar a sus hogares. Este lunes ha sido la peor jornada con hasta 15 cancelaciones que han afectado, sobre todo, a los aeropuertos de Gran Canaria, Tenerife Norte y Lanzarote, adonde tenían previsto llegar vuelos desde destinos como Bilbao, Barcelona, Málaga o Asturias.
Las cancelaciones se están repitiendo en todas las rutas de esta aerolínea que ya ha anunciado la presentación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ante las limitaciones a la movilidad a las que obliga la crisis del coronavirus que afecta tanto a Canarias como a gran parte del resto del mundo.
Canarias ha exigido a Vueling que se haga cargo de todos aquellos gastos necesarios que garanticen que la espera de estos viajeros hasta su regreso a Canarias se haga con todas las comodidades imprescindibles, ya sea costeando el alojamiento y la manutención por las horas, o días, que deben de esperar para poder regresar a sus casas en las islas.
El crucero Costa Luminosa, que fue autorizado a atracar el domingo en Santa Cruz de Tenerife de forma excepcional, navega a Marsella, tras desembarcar tres pasajeros que necesitaban asistencia hospitalaria, acompañados de sus respectivas parejas. Sanidad Exterior había autorizado el atraque de este barco, de la naviera Costa Cruceros, al que días antes se le había negado la entrada en la isla de Antigua debido a que en su escala anterior, en Puerto Rico, había descendido una pasajera con sospechas de haber contraído el coronavirus.
El atraque en el puerto de Santa Cruz de Tenerife fue autorizado por motivos de emergencia, puesto que la declaración en España del estado de alerta para atajar el contagio del coronavirus Covid-19 incluye la prohibición del descenso a tierra de pasajeros de buques crucero. El buque llevaba bordo dos personas que necesitaban ser evacuadas, pero finalmente fueron tres los enfermos, de los que dos fueron ingresados en la Clínica Parque y uno en la Clínica Quirón de la capital tinerfeña. Ninguna otra persona fue autorizada a desembarcar, y el buque partió en la noche del domingo rumbo a Marsella con 1.427 pasajeros y 870 tripulantes.