
La unidad de investigación científica de Pescanova y el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Canarias sienten pasión por a Lurditas, un ejemplar hembra de pulpo criada en piscifactoría, entre algodones. El IEO lleva desde hace 22 años investigando cómo producir artificialmente pulpo. Y la llegada de Lourditas al mundo ya pone de relieve la revolución en la industria de la alimentación o biotecnología. El nombre de Lourditas tiene su origen a que los investigadores del proyecto en Canarias y Vigo bromeaban con la frase "milagros, a Lourdes", pensando que no conseguirían ellos cerrar el ciclo después de que lo lleven intentando durante décadas organismos de distintas partes del mundo. El padre de los huevos se llama Goliath.
El pulpo se consume mucho en países como España e Italia en el sur de Europa. Sin embargo, la amplia oferta de pulpo proviene de países como Indonesia y México. Las tasas de crecimiento del pulpo son relativamente altas y también tienen un ciclo de vida corto, lo que las hace adecuadas para la acuicultura comercial. Los principales productores de pulpo son China y Japón y los mayores importadores son; Estados Unidos, Italia y España. Según ResearchAndMarkets en un informe de marzo de 2020, se espera que el mercado mundial de pulpo alcance 624.490 toneladas métricas hasta 2025.
La oferta ha disminuido debido a las capturas en algunos de los países productores más grandes como Marruecos y Mauritania, prediciendo que las tendencias al alza en los precios comerciales continuarán. China es uno de los mayores productores de pulpo y, México, uno de los mayores exportadores de pulpo a nivel mundial junto a España, Filipinas, India, Senegal e Indonesia. El pulpo común tiene un ciclo corto de vida pero con potencial de crecimiento, lo que le convierte en una especie idónea para su cultivo y desarrollo en cautividad, señala el IEO.
Entre Pescanova, que tiene un acuerdo sobre la valiosa patente española, y el IEO, centro de referencia en investigación marina de nuestro país y donde la Armada Española en zonas como Canarias tiene un papel clave, se ha logrado la supervivencia de pulpos nacidos en acuicultura fuera de su hábitat natural. Uno de los 50 pulpos, nacidos en 2018, ha realizado puesta de huevos y gestionado sus larvas. Esto lleva a Pescanova a reforzar su posicionamiento como referente en investigación en acuicultura a nivel mundial con la previsión de estar preparada para poder comenzar a comercializar pulpo de acuicultura a partir de 2023, señala el consejero delegado de la operadora de pesca Ignacio González. España se ha adelantado así, producto de décadas de investigación, a los esfuerzos de China o México.
Los codiciados pulpos del IEO y Pescanova, de los que la mitad son hembras, han alcanzado la edad adulta y uno de ellos realizó una puesta de huevos en 2019, subraya Ricardo Tur, investigador principal de Cefalópodos de Pescanova. La tasa de supervivencia de un pulpo salvaje es del 0,0001% mientras que, con los resultados que está obteniendo Pescanova hasta el momento, esta cifra se estima que se elevará al 50% en acuicultura. Este 2020 se abre en Galicia el Pescanova Biomarine Center, que será un centro de referencia mundial en Pontevedra junto al trabajo que se realiza por Nueva Pescanova en Chapela (Vigo).
Hay expertos a los que la posibilidad de cultivar pulpo no les gusta. Es el caso de Jennifer Jacquet, profesora asistente en el Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de Nueva York. En un texto donde comparte firma con un investigador postdoctoral en la Facultad de Psicología de la Universidad de Sussex que se llama, como un líder de Pacma en Asturias, Walter Sánchez-Suárez, Jacquet recuerda que España, apoyada en parte por la UE, ha liderado el camino "en tanques en tierra, en corrales de mar abierto y en ranchos donde los pulpos capturados en la naturaleza se crían en cautiverio". En Grecia la empresa Nireus Aquaculture. En China, se cultivan experimentalmente hasta ocho especies diferentes de pulpo. En Japón, la compañía de mariscos Nissui informó que eclosionó huevos de pulpo en cautiverio en 2017 y predice un pulpo totalmente cultivado listo para el mercado para 2020.
Para Jennifer Jacquet, los "esfuerzos están ocurriendo a pesar del hecho de que el cultivo de pulpo tiene las mismas consecuencias ambientales que otros tipos de acuicultura carnívora. Y, como otras acuicultura carnívora, el cultivo de pulpo aumentaría, no aliviaría, la presión sobre los animales acuáticos salvajes". Apostilla que "el aumento de la agricultura de especies carnívoras como el pulpo actuará en contra del objetivo de mejorar la seguridad alimentaria mundial. Pero incluso si los investigadores de la acuicultura pudieran descubrir una dieta menos sostenible para el pulpo, y también pudieran reducir otros impactos ecológicos". Mientras esto pasa, la UE mantiene sus acuerdos pesqueros con Mauritania y Marruecos para que el pulpo, aunque sea de segunda clase dada la voracidad japonesa, siga llegado fresco a la hostelería española.