La periodista especializada en educación habla en su libro sobre esta paternidad intensiva, fenómeno que "incapacita" a los hijos a ser autónomos
"Se nos ha hecho creer que para ser buenos padres hemos de estar hiperpendientes de los hijos: darles hacerles y, en muchos casos, consentirles todo", declara Eva Millet, autora del libro "Hiperpaternidad. Del modelo 'mueble' al modelo 'altar'", en el que se analiza este fenómeno y los diferentes modelos existentes en torno a él y que ya ha superado las tres ediciones.
Los padres-helicóptero, los apisonadora, manager, madre-tigre, padres-guardaespaldas o bocadillo son los grados que menciona la periodista en su libro: "Todos somos más hiperpadres de lo que fueron nuestros progenitores pero hay grados y variedad de formas de ejercerla".
Los modelos
El helicóptero sería el padre que sobrevuela la vida de los hijos: "pendientes de todos sus movimientos y necesidades". Los apisonadora son aquellos que preparan el camino de los hijos, "allanándoselo por sistema". Las madre-tigre, que es un modelo de inspiración asiático, hiperexigentes; los que no permiten que se toque o se diga nada a los niños (guardaespaldas); los que les asisten en todas las tareas (modelo mayordomo) o incluso los que persiguen a los hijos para que se coman el bocadillo.
"Con la mejor de las intenciones estamos diciéndoles que no pueden, un error gravísimo", explica Eva Millet, que añade: "Ultimamente estoy detectado una nueva tipología, las hipermadres de apego, que son aquellas que viven física y mentalmente entregadas a su prole".
La generación 'blandita'
"La hiperpaternidad también implica mucha sobreprotección que está derivando en una hornada de niños muy miedosos y con poca tolerancia a la frustración. Además de niños superestimulados y estresados", cuenta la periodista, que también cuenta con un blog (www.educa2.info) en el que aborda contenidos que sirvan para educar.
Pero entonces, ¿cuál es la mejor manera de educar a los hijos para evitar convertirse en un hiperpadre? Millet contesta: "Los pilares de la educación son el amor, por supuesto, pero también, los límites, que son un concepto hoy pasado de moda porque se confunden con el autoritarismo. Parece que por decir "no" al hijo seas un dictador. Y los límites son una herramienta clave para educar. Los niños los necesitan. Hace poco leí una frase de la maestra y escritora, Josefina Aldecoa, que decía que "nada desconcierta más a un niño que la ausencia de normas". Sin olvidar la confianza: en uno mismo como padre y en los hijos. Ellos pueden, pueden hacer muchas más cosas de las que nosotros creemos que pueden. Y así hemos de educar, con confianza, amor y límites".
Causas por las que se origina
La hiperpaternidad es un modelo de crianza originario de Estados Unidos caracterizado en la constante supervisión y la sobreprotección de los hijos así como en la resolución sistemática de sus problemas. Entre los factores por los que se da está la baja demografía ("reyes de la casa"), la idea de que hay que darle a los hijos todo tipo de experiencias y conocimientos académicos para que "triunfe" en la vida, sin olvidar la ansiedad y las dudas que los padres sienten en la crianza de los hijos.