Los veranos cada vez empiezan antes y son más calurosos. Cada año supone todo un reto combatir las altas temperaturas, que no solo nos afecta a los humanos. Los bosques sufren también las consecuencias de este clima extremo y la red eléctrica tiene que estar a punto para minimizar el riesgo de incendios y responder al aumento de la demanda cuando el calor aprieta.
Es por eso por lo que el verano supone un periodo de máxima atención para Endesa, que cada año despliega lo que denomina "Campaña de Verano", un conjunto de actuaciones realizadas a lo largo del año por su filial de Redes, e-distribución, que protegen las zonas forestales próximas a la red eléctrica y analizan el estado de estas infraestructuras, asegurando que estén en óptimas condiciones para afrontar la llegada del verano.
Pensar en 320.000 kilómetros de líneas eléctricas puede resultar abstracto pero, para ponerlo en perspectiva, esa distancia equivale a dar casi ocho vueltas a la Tierra. Esa es la extensión de la red que gestiona Endesa, sobre la cual se llevan a cabo estas labores de control y mantenimiento.
Se inspeccionan las infraestructuras y se realizan tareas de poda selectiva para reducir el riesgo de incendios. Este año Endesa ha aumentado en un 8% la inversión la inversión destinada a estas actuaciones, alcanzando un total de 77 millones de euros. Hay que hacer frente al aumento y mayor duración de las olas de calor, que provocan el sobrecalentamiento y dilatación de los cables, y que se suman al incremento del consumo eléctrico en verano. Y, además, hay que prestar especial atención a la distancia entre las infraestructuras y la masa forestal. Por eso, a través de e-distribución, Endesa revisa las líneas eléctricas con tecnologías avanzadas y lleva a cabo labores de tala y poda selectiva para prevenir incidentes de forma eficaz. Pero ¿cómo lo hacen?
Entre las tareas esenciales que e-distribución plantea a lo largo del año se encuentra el control de la masa forestal y la creación de cortafuegos naturales mediante procesos de tala y poda selectiva. Es decir, eliminan tan solo la vegetación necesaria que crece alrededor de las instalaciones red eléctrica. Hablamos de que el 60% de los 320.000 kilómetros de líneas eléctricas repartidas entre Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cataluña y parte de Extremadura son líneas aéreas y gran parte discurren por zonas boscosas o con vegetación.
Para decidir qué se debe cortar y qué no, se sigue un criterio de selección que cumple la legislación vigente según el crecimiento, las ubicaciones y la distancia a las instalaciones, explica Juan Ortiz Noval, responsable de operación y mantenimiento de e-distribución: "El objeto de estos trabajos es garantizar la seguridad eléctrica de las instalaciones a la vez que se intenta mitigar el impacto en la vegetación para conservar el entorno".
La filial de Redes de Endesa ha incorporado herramientas para facilitar las labores de tala y poda. Entre ellas destacan las máquinas desbrozadoras teledirigidas y los exoesqueletos EXO-S, que se colocan como prendas sobre el cuerpo para agilizar las labores. A esto se suman cascos con protección auditiva y comunicación por Bluetooth, que permiten coordinar hasta 16 operarios a distancia y brazaletes que monitorizan signos vitales para prevenir golpes de calor. Además, el personal cuenta con una app móvil para reportar en tiempo real cualquier incidencia en el entorno de las líneas eléctricas, como acumulaciones de vegetación, vertederos o nidos de aves protegidas.
La tala y poda selectiva de la vegetación cercana a las líneas eléctricas es fundamental para reducir el riesgo de incendios. Gracias a la inteligencia artificial, estos trabajos de mantenimiento se vuelven más precisos y efectivos. Esta herramienta ha supuesto todo un revulsivo a la hora de predecir el crecimiento de las plantas en función de sus características, ubicación y climatología. Con esta información, la IA permite detectar posibles focos de incidencias "evitando que las plantas puedan llegar a entrar en contacto con las líneas aéreas en tensión, provocando posibles averías o aumentando el riesgo de incendio".
Para estos cortafuegos naturales bajo las líneas eléctricas se requiere hacer un análisis cada vez más exhaustivo de los riesgos. Detrás de cada infraestructura en estado óptimo, hay lo que Ortiz llama "actividades que pasan desapercibidas" y son esenciales para evitar estas incidencias en verano. Inspeccionar desde el aire los kilómetros de red eléctrica es tan solo el principio de un trabajo que involucra a cerca de 2.000 personas para salvaguardar nuestros bosques y garantizar el suministro eléctrico hasta el último rincón.
Cada año, e-distribución redobla sus esfuerzos con un importante despliegue tecnológico y humano para mantener la red segura durante algunos de los meses de mayor demanda del año. De este modo, la tecnología de última generación juega un papel clave en la Campaña de Verano de la compañía, ayudando a detectar a tiempo los peligros y a preservar los bosques.
En primer lugar, los técnicos de la compañía utilizan cámaras termográficas incorporadas en helicópteros o transportadas por el personal técnico sobre el terreno. Las imágenes obtenidas permiten detectar puntos calientes que pueden deberse a un mal contacto por un defecto de materiales, explica el responsable de operación y mantenimiento, y que pueden derivar en averías a largo plazo. "Las cámaras de alta resolución de estos sensores permiten detectar defectos en los materiales que el ojo humano sólo ve cuando el defecto es ya muy evidente, con lo que podemos prevenir antes de que se produzca una incidencia", describe.
Otra tecnología empleada por e-distribución responde al nombre de LIDAR (Light Detection And Ranging), una combinación de sensores láser y GPS que recrea un mapa 3D de alta definición de la infraestructura y permite medir la distancia entre los cables y la vegetación, "estudios muy útiles para planificar los trabajos de tala y poda", señala Ortiz. Estas cámaras pueden ubicarse también en drones, que son las estrellas del proyecto Resisto, liderado por Endesa, en el que se han integrado drones autónomos con inteligencia artificial, sensores y cámaras especializadas para anticiparse a eventos climáticos extremos y detectar incendios en sus primeras fases, permitiendo una respuesta más rápida y eficaz.
Una vez acometidas las acciones de prevención de las líneas aéreas de alta tensión, la Campaña de Verano también implica una renovación de infraestructuras existentes en la red como la sustitución de cables, refuerzo de componentes clave y automatización de la red para mejorar su fiabilidad. Esta puede ser de las tareas más complejas de todo el proceso. La planificación, el diseño, la autorización y la construcción de una infraestructura requiere de un proceso complejo en coordinación con instituciones, explica Ortiz Noval. En concreto, este año se han realizado por ejemplo trabajos de renovación del cableado soterrado de la ciudad de Barcelona y la zona de Alcudia en la isla de Mallorca.
Los trabajos realizados por e-distribución no sólo contribuyen al mantenimiento del entorno natural, sino que también tienen un gran impacto socioeconómico relevante en el territorio. En este plan han participado casi 2.000 personas, muchas de ellas provenientes del entorno rural.
Cuando Endesa planifica cada año la Campaña de Verano, relata Juan Ortiz, contrata a empresas colaboradoras para la actividad de tala y poda y uno de los criterios que tiene en cuenta es la contratación de personas desempleadas, jóvenes y mayores, aquellos colectivos con mayores dificultades a la hora de acceder al mercado laboral.
Para la compañía, el verano representa un momento clave del año, en el que todo el trabajo previo debe dar sus frutos. Es la época en la que se ponen a prueba los deberes hechos: la eficacia de meses de planificación, prevención y mantenimiento "Nos ponemos a prueba cada día, ya que la finalización de la campaña de verano representa el inicio de la campaña de invierno", reflexiona este responsable.
Por eso, el trabajo no se detiene nunca. Las labores de mantenimiento, prevención y modernización de la red son constantes, con el objetivo de anticiparse a cualquier incidencia en cualquier momento. Todo forma parte de un engranaje que funciona los 365 días del año para garantizar un suministro eléctrico seguro, eficiente y respetuoso con el entorno.
Producido por EcoBrands