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Euromanía y marca: el caso de 100 Montaditos, 25 años de lecciones de marketing

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En el competitivo universo de la restauración, pocas marcas han sabido conectar tan rápidamente con el público como 100 Montaditos. Desde su nacimiento en el año 2000 esta enseña del grupo Restalia ha demostrado que el éxito no siempre depende de fórmulas complejas. A veces, basta con una buena idea, una ejecución coherente y una estrategia de marketing bien afinada. Y en el caso de 100 Montaditos, todo empieza por su nombre.

Este 2025, con motivo de su 25 aniversario, la marca celebra no solo su trayectoria empresarial, sino también su impacto en la cultura popular española. Un cuarto de siglo después, 100 Montaditos no es solo una cadena de restauración: es una experiencia social, un hábito colectivo y un caso de éxito de marketing estudiado en escuelas de negocio.

Un naming que lo dice todo

En un sector saturado de nombres genéricos, aspiracionales o en otros idiomas, 100 Montaditos apostó por la simplicidad extrema. El nombre de la marca no es solo claro y fácil de recordar: es, ante todo, descriptivo. En apenas dos palabras, transmite el producto, la variedad y el concepto central del negocio. Es un ejemplo perfecto de naming funcional, que convierte el nombre en su primer argumento de venta.

A diferencia de otras marcas que necesitan largos eslóganes o explicaciones, 100 Montaditos consigue en una sola frase lo que muchas otras buscan durante años: que el cliente sepa exactamente qué va a encontrar. El número redondo, "100", sugiere abundancia, posibilidad de elección y juego. "Montaditos", en cambio, apela directamente a la tradición española del tapeo, de la comida informal, del compartir. Es un concepto próximo, cercano, sin pretensiones. Un acierto rotundo que, 25 años después, sigue funcionando con la misma fuerza.

Una idea sencilla, una experiencia reconocible

Sobre esta base, la marca construyó una identidad clara y reconocible: locales informales, decoración tradicional con guiños vintage, proceso de pedido ágil y precios económicos. En lugar de competir en sofisticación, 100 Montaditos se posicionó como una experiencia divertida, cotidiana y social. Un lugar para ir con amigos, en familia o en pareja, sin necesidad de gastar mucho ni planear demasiado.

La variedad del menú —basado en pan horneado al momento con ingredientes populares— se convirtió en parte del atractivo, pero el verdadero golpe de efecto llegaría unos años después, con una de las campañas más recordadas del marketing gastronómico español: la Euromanía.

Euromanía: cuando el marketing se convierte en hábito social

Lanzada en 2008, en plena crisis económica, la Euromanía fue una propuesta tan sencilla como revolucionaria: durante dos días concretos de la semana, una amplia selección de productos —montaditos o tapas— tienen un precio único de tan solo 1 euro. La promoción, además de ofrecer un precio imbatible, ha generado una rutina, casi un ritual, especialmente entre el público joven: los miércoles y domingos, en una cita que ya está grabada en la agenda del consumidor son días de 100 Montaditos. Así de simple.

El impacto fue inmediato desde su lanzamiento, hace ya 17 años. Las colas frente a los locales se hicieron y siguen siendo habituales. La promoción se convirtió en un fenómeno viral antes incluso de que las redes sociales se consolidaran como canales clave de comunicación. Pero lo más relevante es que la marca supo convertir esa campaña en una herramienta estratégica de fidelización, integrándola dentro de su identidad de marca.

Mientras otras cadenas lanzaban ofertas temporales o reactivas, Restalia fue más allá. Hizo de la Euromanía un espacio emocional compartido, un momento de ocio accesible, que no exigía grandes desembolsos ni justificaciones. Es una forma de salir entre semana, de socializar sin culpa ni gasto. La Euromanía no vendía solo bocadillos: vendía pertenencia, costumbre y diversión.

Democratizar el tapeo, fidelizar sin tarjetas

La clave del éxito de 100 Montaditos y de campañas como la Euromanía reside en su capacidad para democratizar el ocio gastronómico. Su estrategia de marketing ha consistido, desde el principio, en acercar el tapeo —una tradición española— a todos los públicos, con un lenguaje propio, precios accesibles y un diseño reconocible. Todo ello sin caer en lo banal ni renunciar a la calidad percibida.

A lo largo de los años, el grupo ha reforzado su propuesta con comunicación multicanal, promociones digitales y nuevos formatos adaptados a las tendencias de consumo. Sin embargo, el corazón del marketing de 100 Montaditos sigue siendo el mismo: un concepto comprensible, un nombre inolvidable y una oferta emocionalmente potente.

Una marca con identidad y propósito

En 2025, cuando se cumplen 25 años del nacimiento de 100 Montaditos, el legado de su estrategia sigue más vigente que nunca. El naming continúa siendo un caso de estudio en claridad y eficacia. La Euromanía, por su parte, permanece como una de las campañas más exitosas del marketing en restauración, capaz de haber resistido el paso del tiempo, los cambios de hábitos y las modas efímeras.

Restalia celebra este aniversario poniendo en valor su capacidad de adaptación, su apuesta por un ocio gastronómico inclusivo y su fidelidad a un modelo que prioriza la cercanía, la accesibilidad y la identidad de marca. No es casualidad que 100 Montaditos haya logrado expandirse más allá de nuestras fronteras con el mismo espíritu con el que nació en la costa andaluza: el de ofrecer mucho, por muy poco, y hacerlo para todos.

Porque en el fondo, lo que 100 Montaditos ha logrado no es solo vender más bocadillos. Ha conseguido convertir el tapeo en marca, la marca en experiencia, y la experiencia en cultura popular. Y eso, en el mundo del marketing, es el mayor de los logros.

Producido por EcoBrands