Restalia y su marca principal 100 Montaditos cumplen un cuarto de siglo desde su fundación en el 2000, consolidándose como una de las principales referencias entre las cadenas más punteras de la restauración comercial en España. Y lo ha hecho desde la promoción de su modelo de inversión y gestión en franquicia. Una fórmula de desarrollo empresarial que fomenta el emprendimiento personal dirigido a pequeños y medianos inversores, en este caso en el sector de la llamada restauración organizada.
El modelo, un clásico de la economía de escala, se desarrolló en el sector de la restauración en Estados Unidos hace más de setenta años, y tiene su fundamento en la cesión del conocimiento y saber hacer (know how) y los valores de una marca comercial reconocida en el mercado con aquellos emprendedores que, sin necesidad de experiencia previa, quieren desarrollar una actividad de negocio determinada.
En este caso, la estrategia planteada por Restalia desde sus orígenes, hace ya más de 25 años, fue basar su desarrollo en esta fórmula de gestión asociativa de las marcas, 100 Montaditos, La Sureña, The Good Burger -TGB- y otras, con un amplio grupo de empresarios particulares que explotan en régimen de franquicia los restaurantes de las diferentes enseñas.
Para entender mejor el porqué de esta estrategia de crecimiento y expansión es determinante el papel del fundador de Restalia, José María Capitán, que ya en la década de los 90 ejerció como "máster" a la par que como franquiciado de una destacada marca comercial de pizzas, lo que arraigó en el modelo que más tarde plantearía para su propia empresa franquiciadora hostelera.
Tenemos así, aludiendo al popular dicho de "ser cocinero antes que fraile", que el creador de 100 Montaditos, entre otras marcas, edificara su empresa sobre los cimientos de una estructura en formato cien por cien de franquicia (de hecho, la compañía solo gestiona como propios determinados locales para formación e innovación), al uso y con las reglas estándares de otras muy afamadas compañías multinacionales de este sector.
Aspectos técnicos y económicos aparte, la filosofía de Capitán siempre fue además la de primar el espíritu emprendedor y de compromiso personal de sus perfiles de franquiciados en la gestión de los negocios por encima del de meros inversores capitalistas. La experiencia y la casuística de estos roles marcan una clara diferencia en los resultados obtenidos, sobre un modelo basado por una parte en la exigencia, el control y la garantía de continuidad de las marcas, a la par que flexible, dinámico, cercano y colaborativo con el Franquiciado, entendiendo a éste como un asociado vinculado estrechamente al futuro y éxito común de las enseñas.
Del interés despertado por las marcas de Restalia y su formato de gestión es palpable la realidad de su mapa de desarrollo en más de 10 países. Un amplio éxito conseguido y proyectos personales de emprendedores que con una ilusión a prueba de los retos que conlleva el proyecto han visto hecho realidad su sueño de convertirse en empresarios independientes, pequeñas grandes historias, que hoy se cuentan en cientos de casos, la de los franquiciados asociados a las marcas de Restalia, que han protagonizado una de las expansiones de marca más destacadas que se conocen en este segmento de la industria de la restauración moderna en nuestro país.
Producido por EcoBrands