En un sector tan competitivo como el de la restauración, pocos logran lo que ha conseguido 100 Montaditos: convertirse en una marca intergeneracional, capaz de adaptarse a las nuevas tendencias de consumo sin perder su esencia. Desde su creación y lanzamiento en el año 2000, el concepto creado por José María Capitán ha sabido mantenerse, reinventándose con inteligencia y manteniéndose fiel a un concepto que ha calado en todo tipo de públicos, convirtiéndose en la referencia principal de una fórmula de negocio netamente española entre las cuatro mayores cadenas del país.
Lo habitual es que cada una de las marcas que compiten en el mercado de la restauración comercial establezca unos targets de clientes muy definidos, fundamentalmente segmentados en edad, clase social y rango de ticket de consumo y poder adquisitivo. 100 Montaditos se diseñó para romper esas barreras artificiosas. Su propuesta de valor abarca a todos ellos, sin distinción, creando en sí misma una generación propia y singular que se podría definir como la "Gen 100M".
Los jóvenes han sido, y siguen siendo, un pilar fundamental para 100 Montaditos. Su propuesta desenfadada, el ambiente informal con productos de alta calidad y, sobre todo, los precios asequibles, han convertido a la marca en uno de los lugares favoritos para este público. Además, promociones icónicas como la "Euromanía", donde una amplia selección de productos se ofrecen a tan solo un euro, refuerzan ese vínculo con las nuevas generaciones, que han encontrado en esta marca un producto refugio y confiable en la ecuación de oferta y precio sin renunciar a una buena experiencia gastronómica y de ocio.
Lo meritorio es que aquellos jóvenes que comenzaron a frecuentar 100 Montaditos hace ahora 25 años, siguen siendo clientes fieles de la marca. Y lo que es aún más destacado, es que lo hacen acompañados de sus hijos, familia y grupos de amigos, transmitiendo esa tradición de nuestra cultura popular más arraigada de consumo a las nuevas generaciones, en cualquier momento y lugar.
El concepto 100 Montaditos ha evolucionado a lo largo de sus 25 años de historia, manteniéndose fiel a su fórmula y compromiso con sus clientes, para adaptarse a las necesidades y circunstancias de la sociedad española, ofreciendo no solo un menú accesible y variado, sino también un ambiente cómodo y relajado donde familias y amigos pueden disfrutar juntos de una propuesta gastronómica en la que todos se sienten incluidos. De esta forma, 100 Montaditos ha logrado no solo mantener su relevancia entre los jóvenes, sino también conectar con un público más amplio, consolidándose como una opción de ocio y restauración que atraviesa las barreras generacionales y sociales.
Dentro de esta amplitud de público se encuentran también los consumidores más maduros, aquellos jóvenes del 2000, que valoran sobre todo la calidad, la continuidad de las tradiciones, un servicio personalizado y la sencillez de la propuesta. Para todos ellos, la marca ha mantenido la esencia de sus orígenes. Para que se sientan "como en casa", rememoren sus recuerdos de juventud y sus referencias más personales con amigos y familia. La forja de un compromiso de lealtad de una marca catalogada como "love brand" hacia sus clientes y el de éstos de manera recíproca. Así, 100 Montaditos se ha convertido en un punto de encuentro para todos los grupos de edad, creando una verdadera comunidad donde cada generación puede sentirse cómoda e integrada en un marco de socialización único.
Una de las grandes bazas de la marca es su variada carta, dentro de un esquema de sencillez e identificación clara de su oferta, con productos horneados y recién hechos sobre pedido. De hecho, su menú también es un factor clave que viene funcionando como un puente entre generaciones y los más diversos grupos de edad y tipología de consumidores. La adaptación a lo largo de los años a nuevas tendencias y hábitos en el consumo supone el punto de actualización continuada de su oferta.
Pero si hay algo que distingue a 100 Montaditos sobremanera, y también es un factor intergeneracional, es que su propuesta de valor se combina con la de una cervecería o taberna tradicional española, por lo que su oferta en este producto ha sido y es señal identitaria de la marca. Un producto que es signo de distinción, igualmente por su variedad y calidad como por sus formatos: cerveza, siempre helada, tirada en grifo y en dos estándares de jarras de cristal. Es un hecho que en nuestro país socializamos y compartimos vida y momentos alrededor de unas "cañas", y desde sus orígenes, 100 Montaditos se ha mantenido fiel a esta larga tradición cultural española.
La evolución de 100 Montaditos es un ejemplo de cómo la tradición y la innovación no solo pueden convivir, sino potenciarse mutuamente. Mientras algunos clientes redescubren los sabores de siempre con una nueva mirada, otros los descubren por primera vez. Y todos encuentran lo mismo en 100 Montaditos: un lugar en el que compartir y disfrutar, siempre juntos, siempre en compañía.
Producido por EcoBrands