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La red de arenas de videojuegos inmersivos EVA se expande por España con un modelo de franquicia de alto retorno

Mario Trelles, director de Expansión de EVA España
Paula Barrado

Con más de 55 arenas abiertas en países como Francia, Alemania, Estados Unidos o Malasia, EVA (Esports Virtual Arenas) se ha convertido en una de las propuestas más innovadoras del ocio físico e inmersivo. Su modelo de franquicia, basado en tecnología propia y una comunidad fiel que convierte el gaming en un hábito semanal, asegura un retorno rápido y sostenido para los inversores. Ahora, la compañía aterriza en España con una hoja de ruta clara: abrir 5 nuevas salas en 2025 y consolidar una red nacional conectada al ecosistema global. Mario Trelles, director de Expansión de EVA España, nos cuenta todos los detalles sobre este ambicioso proyecto para entender qué hace único su modelo y por qué engancha tanto a los jugadores.

Para quienes aún no conocen EVA, ¿cómo definirías en pocas palabras qué es y qué ofrece?

EVA es una nueva disciplina que nace de la unión de nuestras dos pasiones: los videojuegos competitivos y el deporte físico. Ofrecemos la experiencia más inmersiva y de mayor calidad del mundo, porque desarrollamos nuestros propios videojuegos y los diseñamos específicamente para jugarse en nuestras arenas de 500 m² —las más grandes del mercado. Además, en nuestro ADN están los esports. Organizamos torneos y ligas locales, nacionales e internacionales, y ya contamos con más de 400 equipos activos en todo el mundo.

¿Cómo nació la idea de crear una red de arenas de esports con tecnología de realidad virtual? ¿Qué necesidad del mercado estaban viendo?

En 2018, nuestros tres fundadores franceses —Will, Steph y Jean— ya llevaban años trabajando con realidad virtual estática. Pero estaban cansados de ofrecer experiencias sedentarias, sentados frente a un ordenador. Querían romper con eso. Su sueño era crear algo así como "jugar al Call of Duty en un campo de fútbol". Querían moverse, correr, saltar, gritar… vivir el videojuego de forma activa e inmersiva, como si realmente estuvieras dentro. Después de mucha investigación y desarrollo, en 2019 presentaron EVA en la Paris Games Week. Fue un éxito inmediato: durante cinco días, miles de personas hicieron colas de tres horas para jugar solo siete minutos. Ahí supimos que estábamos creando algo único.

¿Qué objetivos tenéis en cuanto a expansión nacional e internacional? ¿Hay plan de franquicias o licencias?

EVA empezó en Francia y en solo cuatro años hemos abierto más de 55 arenas por todo el mundo: Francia, Bélgica, Alemania, Suiza, Estados Unidos, Malasia… y desde finales de 2024, también en Madrid. El modelo de expansión se basa en franquicias, y ha funcionado muy bien porque ofrecemos una experiencia única, con gran demanda y buenos resultados para el inversor. En España acabamos de arrancar, y ya podemos anunciar que este año abriremos en Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga. Nuestro objetivo es firmar unos 15 contratos en 2025 y alcanzar unas 80 arenas abiertas en tres años. Pero más allá del número, lo que queremos es replicar la comunidad que ya existe en Francia, donde en muchas ciudades la gente nos escribe pidiendo una arena, y donde tenemos más de 4.000 abonados activos al Battle Pass, que vienen a jugar más de una vez por semana.


¿Qué modelo de negocio hay detrás y cómo escaláis esa propuesta?

Nuestra visión es clara: queremos crear un nuevo deporte, y para eso, EVA tiene que ser una red global en los próximos años. Lo interesante es que solo gestionamos una sala directamente —la de París Este, que usamos como laboratorio de pruebas. Todas las demás arenas son franquicias. Eso significa que el éxito de nuestros franquiciados es también el nuestro, y viceversa. Estamos completamente alineados. Por eso nos implicamos tanto en acompañarlos en cada fase del proyecto: desde la búsqueda del local hasta la apertura, pasando por el soporte post-lanzamiento. Y de momento, los resultados lo confirman: tenemos un 0% de cierres. El modelo de negocio combina tecnología propia, comunidad y repetición. No es una experiencia puntual, es un hábito. Nuestros usuarios vuelven semana tras semana, como si fuera un gimnasio. Gracias a eso, muchas arenas alcanzan el break-even rápido y un retorno de inversión en 2 años.

¿Qué hace que una experiencia presencial como la vuestra tenga tanto potencial en un mundo cada vez más digital?

Precisamente porque vivimos en un mundo cada vez más digital, las experiencias físicas y reales cobran más valor que nunca. EVA conecta lo mejor de los dos mundos: la emoción del videojuego y la energía de una experiencia presencial, compartida con otros. Aquí no estás solo frente a una pantalla. Estás moviéndote, sudando, compitiendo, riéndote con tus amigos o animando a tu equipo. Y además, al final de cada partida, cada jugador tiene acceso a sus estadísticas: puntuación, mejoras… e incluso los kilómetros recorridos. De media, en una sesión de 40 minutos, se pueden quemar entre 236 y 315 calorías. Es una forma de hacer ejercicio real mientras te diviertes. EVA convierte el entretenimiento digital en una experiencia física, saludable, social y memorable.

¿Cuál es vuestro perfil de cliente más habitual? ¿A qué público se dirigen las arenas de EVA y qué tipo de engagement generan?

Nuestro público principal está entre los 16 y los 35 años, aunque cada vez más recibimos jugadores de todas las edades. Lo que tienen en común es que buscan una experiencia diferente, activa y social. Algunos vienen por la parte gaming, otros por la parte deportiva o simplemente por probar algo nuevo con amigos. Lo interesante es que una gran parte de los usuarios repiten. Tenemos un sistema de Battle Pass, una especie de suscripción mensual, que ya usan más de 4.000 personas solo en Francia. Muchos de ellos juegan más de una vez por semana. Organizamos torneos, ligas y nuevos contenidos cada mes, así que siempre hay una razón para volver. El engagement es altísimo.

¿Qué hace a EVA una apuesta atractiva a medio y largo plazo desde el punto de vista del inversor?

Una de nuestras grandes ventajas competitivas es que desarrollamos todo internamente. Nuestro equipo de programadores trabaja en nuestra única arena propia, en París, lo que les permite probar, iterar y lanzar mejoras de forma continua. Eso se traduce en una innovación constante: sacamos nuevas temporadas cada seis meses, con nuevas armas, mapas, skins… y tenemos total libertad para lanzar nuevos juegos en el futuro si lo consideramos estratégico. Desde el punto de vista del inversor, EVA es un modelo escalable, basado en comunidad y recurrencia, con una experiencia diferenciada y una marca fuerte. Acompañamos a los franquiciados en cada etapa, y eso se traduce en resultados sólidos. De hecho, los mejores franquiciados están recuperando su inversión en unos 2 años, lo cual es muy atractivo para el nivel de inversión que requiere el proyecto.

¿Cómo innováis para que cada visita a EVA sea única y memorable?

En EVA, la experiencia del usuario está en el centro de todo. Por eso innovamos constantemente, tanto en contenido como en tecnología. Cada seis meses lanzamos una nueva temporada, con nuevas armas, mapas, modos de juego y skins, lo que mantiene a los jugadores siempre motivados para volver y mejorar. Además, al jugar en arenas físicas, cada partida es distinta: la estrategia cambia, los equipos evolucionan, el cuerpo reacciona distinto. No hay dos sesiones iguales. También ofrecemos estadísticas personalizadas después de cada juego, lo que refuerza ese sentimiento de progreso y pertenencia. Y más allá del juego, nuestras salas están diseñadas como espacios de ocio completos. Todas cuentan con una zona de restauración y ambiente chill donde los jugadores pueden relajarse, comer algo y disfrutar del plan con amigos antes o después de jugar. En algunas arenas incluso ofrecemos restaurantes completos o entretenimiento adicional como dardos en realidad aumentada. Queremos que cada visita a EVA sea un plan completo, memorable y compartido.

¿Cómo imagináis el futuro del entretenimiento inmersivo y qué papel jugará EVA en ese futuro?

Creemos que el entretenimiento del futuro será cada vez más inmersivo, físico y social. La gente ya no quiere solo ver o jugar desde casa: quiere vivir experiencias reales, moverse, emocionarse y compartir esos momentos con otros. Y en ese futuro, EVA tiene un papel protagonista. Estamos creando una nueva disciplina, a medio camino entre el deporte y el videojuego, con su propia comunidad, competiciones y cultura. Nuestro objetivo es convertirnos en la referencia global del esport físico en realidad virtual, con una red de arenas conectadas en todo el mundo y una comunidad de jugadores que se enfrentan entre ciudades, países y continentes. Esto es solo el principio.

Producido por EcoBrands